La salida de Neymar parecía una tragedia para el Barcelona. Un jugador especial, un ilusionista capaz de romper una línea defensiva con un simple regate, un toque a la pelota e incluso sin necesidad de entrar en contacto con ella. Letal al espacio, imparable en el uno contra uno y con un feeling con su amigo Messi que no verán igual ni en 500 citas de First Dates.
Llegó Dembélé. Otro perfil de futbolista pero un chico de tan solo 20 años del que se vislumbra un potencial aspirante a Balón de Oro. Pero es pronto, demasiado, y además cayó en desgracia en forma de ruptura muscular. Messi es capaz de todo, pero no puede hacerlo todo él solo en todos los partidos y llegar a mayo, cuando se juegan las habichuelas, al 100%. Iniesta, Luis Suárez -a pesar de su irreconocible inicio-, Rakitic, Umtiti, Jordi Alba, Ter Stegen o Piqué lo secundarán pero para ganar títulos hace falta algo más. El famoso “fondo de armario”.
(Getty)
Jugadores con lo que contar para cualquier apuro en forma de lesión o sanción y cuyas características propicien una variante en un contexto determinado sin que el nivel del equipo no se vea afectado. El Barça, a corto pero también a largo plazo, debe ser capaz de involucrar a sus cuatro fantásticos. Cuatro jugadores jóvenes, españoles, que conocen de sobra La Liga y que deben ser importantes hoy y mañana. Entendiendo como mañana el día que las vacas sagradas acusen el paso de los años. Cuatro actores que hagan disfrutar a sus fans sea cuál sea el guion a interpretar.
Como Míster Fantástico tenemos a Sergi Roberto. Un genio que puede deformar su posición en el campo a proporciones inhumanas. Delante, en el centro, detrás, donde haga falta. El comodín que todos ansían en la partida de cartas. En el papel de La Antorcha Humana podemos ver a Gerard Deulofeu. Posee la capacidad de ser el fuego, de controlarlo, de incendiar la defensa enemiga y de volar con o sin la pelota en busca del gol. Si te acercas demasiado, te quemará, si por el contrario te alejas no podrás detenerlo.
(Getty)
El rol de La Cosa lleva el nombre de Denis Suárez. Una fuerza de la naturaleza que te destroza golpe a golpe. Un pase, otro, otro más, en corto, por dentro, por fuera, en profundidad, un martillo que te protege, del que siempre te puedes fiar. Si tienes problemas, pelota al gallego, sabes que no la perderá. Por último, desempeñando la función de La Mujer Invisible se encuentra Paco Alcácer. Te puede parecer que no está, que está perfectamente controlado, pero desaparecerá. Lo perderás una centésima de vista y aparecerá al primer palo para rematar a gol. O al segundo, o al punto de penalti. Te mata sin que seas capaz de verlo.
Los de ficción solían decir: “No somos dioses, somos humanos. Y manteniéndonos todos juntos, seremos más fuertes”. Los del Barça no coparán portadas, no ganarán premios pero de su rendimiento depende buena parte del éxito azulgrana presente y futuro. El Barça necesita a sus cuatro fantásticos.
You must be logged in to post a comment Login