Tras realizar una primera parte de 2015 espectacular y adjudicarse el triplete, el Barça ha iniciado la temporada 2015/16 con dudas: la defensa rinde a momentos, la delantera no ve portería como antaño y el banquillo anda falto de talento y experiencia, a la espera de que en enero se incorporen Aleix Vidal, Arda Turan y quién sabe si algún que otro refuerzo. Evidentemente, es pronto para extraer conclusiones y, a buen seguro, las huestes de Luis Enrique lucharán por todos los títulos.
En Balaídos, no obstante, volvió a quedar en evidencia que estos tres meses se le harán muy largos al Barça. Cualquier resfriado puede poner en jaque actualmente al equipo, especialmente si el afectado es un componente de la ‘MSN’, y ello supone un serio riesgo para la Liga. Tal y como ya hemos informado en otras ocasiones, la Copa del Rey y la Liga de Campeones no suponen problema alguno, puesto que las rondas decisivas se disputan a partir de año nuevo.
Si nos centramos, así pues, exclusivamente en la Liga los datos hablan por sí solos: en tan solo 5 jornadas el equipo ha encajado ya el 28.6% de los goles recibidos (tras la jornada 5 llevaba 0) la temporada pasada y lleva dos tantos menos que a estas alturas la pasada campaña, cosa que, pese a que sea un 18% menos, al fin y al cabo tampoco es grave, aunque visto lo visto a final de la pasada temporada sorprende. Por si esto fuera poco, el Barça todavía no se ha estrenado como goleador en la primera mitad: los 9 han llegado en la segunda mitad, lo que, como mínimo, da para hablar. De hecho, en el apartado ofensivo, este ha sido el peor inicio desde la marcha de Guardiola, tal y como la siguiente tabla refleja.
En el global del resto de competiciones, el balance tampoco es satisfactorio: entre la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el debut en la Liga de Campeones contra la Roma, el Barça suma 3 empates (uno de los cuales terminó en victoria para los azulgranas en la prórroga) y 1 derrota con un goal average negativo tras haber marcado 7 goles a favor y encajado 10.
La temporada es larga y esto acaba de empezar, pero la sensación general es que la sanción de la FIFA está pesando más de la cuenta. Si a esto le sumas el inicio dubitativo del equipo, sumado a la falta de recambios (Xavi y Pedro han marchado, mientras que el que iba a ser el jugador número 12, Rafinha, no volverá hasta finales de temporada), a Luis Enrique le queda una situación complicada. Eso sí, pese a ello, el técnico asturiano no tiene la culpa de que no se hayan hecho las cosas como Dios manda desde el club, por lo que la confianza en él debe seguir intacta.
En sí, todo lo que sea llegar a 3 o menos puntos del Madrid a 2016 será una buena noticia e indicará que el Barça ha cumplido las expectativas. Con Arda Turan, Aleix Vidal y quién sabe si algún que otro jugador, la historia será bien diferente.