El momento del Barcelona

El Barcelona no atraviesa por su
mejor momento. La acumulación de partidos y la falta de rotaciones han
provocado que el equipo llegue justo al tramo decisivo de la temporada. Contra
el Chelsea, la falta de frescura pudo costarle al equipo del ‘Txingurri’ media
eliminatoria.

Tres empates en los últimos cinco
partidos han disparado todas las alarmas. En 2018, el equipo no ha ganado en
cinco de los 13 partidos que ha disputado. Eso es, el 38% de los encuentros. Es
cierto  que solo ha pérdido uno, que
sigue siendo competitivo, que es un rival difícil de roer, pero todo ello no
quita que el Barcelona ha sufrido/está sufriendo un bajón.

Llegados a este punto, ¿a qué
podemos achacar esta racha? Por un lado, el Barcelona es un equipo que, tradicionalmente,
en las últimas temporadas ha solido sufrir crisis a finales de enero/inicios de
febrero. En este sentido, la acumulación de partidos por competir la Copa del
Rey pasa factura. Son siete finales en ocho años, lo que implica competir cada
tres días hasta mediados de febrero año tras año.  En esta ocasión, 13 partidos en 54 días, a
uno cada cuatro.

Esto, no obstante, no debería ser
excusa. Un club con el presupuesto y la calidad del Barcelona está capacitado
para ello. Aquí, es clave un buen uso del fondo de armario. Que haya dos/tres
jugadores capaces de aportarte algo nuevo y revolucionarte el partido. La
llegada de Coutinho y la recuperación de Dembélé deben contribuir a ello. El
primero sigue con su proceso de recuperación; el segundo, justo acaba de salir
de una serie de lesiones y necesita tiempo. 
Ambos deberían permitir a jugadores del XI de gala darse un respiro. 

Al fondo de armario se le suma la
dupla Suárez-Messi. Contra Espanyol y Getafe, dos empates seguidos en Liga,
ninguno de los dos marcó. Fue la primera vez en la temporada que no marcaba o
uno u otro en un intervalo de dos partidos ligueros. Aquí, la solución puede
ser Alcácer, un jugó que alcanzó su clímax a finales de 2017, pero que la
lesión lo frenó en seco. Conseguir volver a hacerle sentir importante puede ser
determinante para dar descanso a la dupla en Liga. 

Ofensivamente, la crisis
goleadora de Paulinho tampoco ayuda. El brasileño, que se convirtió en un
recurso clave en la primera vuelta, acumula 10 partidos sin marcar. Es más, en
los últimos partidos, pese a contar con la confianza de Valverde, ha estado por
debajo de su nivel. Paulinho aporta más entrando desde el banquillo que como
titular.

El Barcelona no atraviesa por su
mejor momento, pero el ritmo no para. En los próximos 23 días disputará seis
partidos, en los cuales se jugará su futuro en la Liga y en la Champions.
Primero será el Atlético quién ponga a prueba a los culés y posteriormente el
Chelsea. ¿Recuperará el Barcelona su mejor versión?