Enrique JULIÁN GÓMEZ – Entretenido estreno de los Apeninos en el Giro. La primera etapa de alta montaña de la presente edición de la Corsa Rosa deja un buen sabor de boca, pese a que su emocionante resolución no llegó hasta el muro final, de apenas medio kilómetro, del último ascenso a Montecopiolo.
Antes, el ascenso a Cippo Carpegna, el puerto donde se entrenaba Marco Pantani y donde se exhibió José Manuel Fuente hace justo 40 años, marcaba la primera piedra de toque. Entre los fugados, se destacaron enseguida Julián Arredondo, ya sin opciones en la general tras el desastre de Montecassino, Stefano Pirazzi y Perrig Quemeneur. Por detrás, aguantaban apenas Boasson Hagen y el colombiano Quintero, que realizó un buen ascenso. La lógica se impuso y Arredondo dejaba de rueda a sus compañeros y a su ritmo coronaba en solitario.
En el grupo de favoritos, tras el trabajo de aproximación de Movistar -que luego dejó solo a Nairo Quintana la mayor parte de la zona decisiva-, un increíble AG2R dejaba el pelotón reducido a una quincena de ciclistas, los principales candidatos en la general. Dupont, Bouet, Vuillermoz y Berard fueron los gregarios de un Domenico Pozzovivo que puede rodar tranquilo si su equipo mantiene este nivel.
En el descenso del Carpegna, atacó Pierre Rolland, que no ha venido a entenarse al Giro precisamente. Enseguida hizo hueco respecto al pelotón, donde iban regresando unidades y gregarios, encontró a su compañero Quemeneur y más adelante, en el tendido ascenso a Villagio del Lago, alcanzaba y dejaba de rueda a Stefano Pirazzi en la persecución de Arredondo. El resto de favoritos se mantenía resguardado siempre a rueda de los ciclistas de AG2R.
Enlazado a Villagio del Lago se presentaba el ascenso a Montecopiolo, combinando buenas rampas con zonas más descansadas. Arredondo, al que le queda la consolación del maillot de la montaña, agotaba sus fuerzas en esta zona final, y el francés Rolland, que llegaba más fuerte desde atrás, lo alcanzó y superó camino de la victoria. Entraba en el pequeño descenso del último kilómetro con una ventaja mínima pero que parecía segura.
Parecía. Y es que todavía quedaba un muro final en el ascenso que fue demasiado para Rolland. En el pelotón, salvo tímidos movimientos de Rafal Majka y Fabio Aru, la pasividad fue total hasta esos metros finales. Dani Moreno, especialista en este tipo de finales carroñeros, lanzó un fuerte ataque que parecía decisivo, pero el ganador de la Flecha Valona en 2013 se quedó sin gas. Kiserlovski lanzó su órdago y le siguió Diego Ulissi. El italiano supo, un día más, esperar su momento para llevarse al gato al agua y alzar los brazos, como ya hizo hace tres días en Viggiano.
Tras su fracaso en las Árdenas, la doble victoria de Ulissi en esta primera semana de Giro -también han repetido victoria Kittel y Bouhanni, además de Matthews con su maglia rosa- ha encendido de nuevo a la prensa italiana, que ve en él a un futuro campeón del mundo, como ya lo fue por partida doble en categoría junior.
Cadel Evans, como era previsible, es el nuevo líder de la carrera, con 57 segundos sobre Urán. Tras él, Majka, el genial gregario de Evans Morabito, el joven Fabio Aru -nuevo líder del Astana tras la debacle de Scarponi, lastrado por las heridas de su caída en Montecassino-, el propio Ulissi, el neerlandés Kelderman -tercero en meta hoy-, Nairo Quintana contemporizando en vista de la crono larga y la última semana, Kiserlovski y Pozzovivo.
Mañana, segunda etapa en los Apeninos con final en alto en Sestola. La aproximación al ascenso decisivo no estan duro como hoy, por lo que previsiblemente se producirá una selección menor y la situación entre los favoritos quedará bloqueada hasta los kilómetros finales.
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