En las últimas cinco temporadas, el Betis solamente ha podido realizar dos ventas reseñables: la de Beñat al Athletic Club en 2013 por ocho millones de euros y la de N’Diaye al Villarreal este mismo verano y por la misma cantidad.
Dos operaciones que se antojan muy pocas para un club cuya masa social y magnitud debería permitirle adquirir y poseer jugadores más cotizados con los que pelear por puestos europeos cada temporada y que, sin embargo, ha visto cómo la mala gestión desde la dirección deportiva –primero con Stosic y luego con Maciá- ha supuesto un enorme lastre.
Una aciaga política de fichajes que ya llevó al Betis a Segunda División en 2014 y que ha dejado unas pérdidas en movimientos de jugadores de 22’5 millones de euros en el último lustro y la ingente cantidad de 35 jugadores que han salido del club sin dejar un euro en las arcas verdiblancas. Muchos de ellos, además, nombres que posteriormente han esgrimido carreras notables como Adrián San Miguel en el West Ham como el ejemplo más ilustrativo o, peor aún, que en la mayoría de los casos han teñido los números de rojo en operaciones de compra-venta casi siempre deficitarias.
La tendencia parece estar cambiando a mejor desde este mismo verano. La forma de trabajar de Torrecilla desde la dirección deportiva y la mano de Gustavo Poyet en el equipo tienen que ser la piedra de toque que enderece el rumbo deportivo y económico del club. El traspaso de N’Diaye es un buen ejemplo del doble rédito que el Betis tiene que empezar a sacar de su plantilla para crecer y, una vez arriba, lograr mantenerse.
El ejemplo a seguir en este aspecto lo tiene en su misma ciudad o en otros equipos como el Villarreal, que desde una actitud abiertamente vendedora y realizando apuestas e inversiones siempre con sentido y con un tremendo acierto futbolístico, han elevado sus respectivas cotas de miras hasta instalarse en la zona noble de la liga española.
Han sido demasiados, en estos cinco años, los fichajes erróneos por parte del Betis en el plano exclusivamente deportivo, a pesar de que varios de ellos llegasen libres o a préstamo. Véanse los casos de Paulao, Figueras, Steinhöfer, Andersen, Sara, Verdú, Juanfran, Chuli, Cedrick, Westermann, Damiao, van Wolfswinkel y un largo etcétera.
Y todavía quedan algunos jugadores que podrían repetir estar salidas por la puerta de atrás como son Xavi Torres (cuyo coste fue de 2’8 millones), Vargas, Kadir, Digard o el célebre van der Vaart. Sin embargo y aunque parezca increíble, ninguno de los ya citados están entre los diez traspasos menos rentables del Betis desde la temporada 2012/2013. Ejemplos, sumados a los nombrados, de una política nefasta que el club verdiblanco, ahora que parece haber enderezado el rumbo desde su área deportiva, debe evitar a toda costa si quiere alzar su estatus al nivel que por masa social, historia y dimensión merece.
1.- NÉLSON
El lateral portugués fue uno de los últimos grandilocuentes traspasos de la gestión Lopera, aunque ya con José León como presidente testaferro. Su llegada desde el Benfica en 2008 acarreó un coste de seis millones de euros y en su primera temporada, el Betis acabó en Segunda. Cedido a Osasuna y después de dos años sin apenas jugar, Nélson obtuvo la carta de libertad para irse al Palermo en enero de 2013. Almería, Os Belenenses y Alcorcón, donde hoy juega, fueron sus siguientes destinos.
2.- JONATHAN PEREIRA
El vigués aterrizó en Sevilla en 2010 con altas expectativas y tras el pago de los 3’4 millones que le hicieron dejar el Villarreal. Tras perderse por lesión la mitad de su primera temporada, la del primer ascenso con Pepe Mel, y sólo convertir cuatro goles en la segunda, Pereira terminó regresando al Villarreal por un montante de 1’4 millones de euros, justo la cantidad que el Betis todavía adeudaba por su fichaje.
3.- LEO BAPTISTAO
El delantero llegó procedente del Atlético de Madrid como medida de urgencia para tratar de evitar el descenso en la segunda parte de la campaña 2013/2014 por un coste de 1’6 millones de euros más la asunción de su ficha, uno de los precios más elevados que se recuerdan por un préstamo de apenas unos meses. De nada sirvió. Baptistao, que había llegado con la vitola de estrella salvadora y que llegó a creérselo, dejó el Betis a final de temporada con un gol en su registro goleador.
4.- MATILLA
Matilla firmó por el Betis en el verano de 2011 por un precio de 1’35 millones de euros. El ex del Villarreal llegaba a Heliópolis como uno de los centrocampistas más prometedores del panorama español tras la gran temporada que había realizado en El Madrigal en Segunda División dos años atrás. Tras una cesión al Murcia, nunca llegó a ganarse el puesto en parte debido a una lesión en la rodilla y abandonó gratis el Betis el invierno pasado. Tras medio año sin equipo, acaba de firmar por el Elche.
5.- NOSA
Todo aquel que viese en su día el debut oficial de Nosa con el Betis recordará la escena. Un nigeriano alocado intentando abarcar corriendo todo el ancho del campo y resbalándose a cada dos pasos que daba. El centrocampista nigeriano llegó en 2012 por 1.1 millones de euros desde el Hapoel de Tel Aviv. Dos temporadas más tarde, aquel pura sangre que iba a comerse el mundo, tomó el camino de vuelta a Israel para firmar por el máximo rival, el Maccabi, por un traspaso de 400.000 euros.
6-. BRAIAN RODRÍGUEZ
Sus notables registros en el Huachipato chileno hicieron que el Betis apostase por él en 2013 y desembolsase un millón de euros. El tanque uruguayo sólo realizó un tanto en su campaña de debut como verdiblanco. Fue cedido al Numancia y a Grêmio consecutivamente antes de obtener la carta de libertad en este mismo mercado estival, un año antes de lo que estipulaba su contrato, para regresar a Chile y firmar por Everton de Viña del Mar.
7.- PERQUIS
El central fue el segundo traspaso más caro de aquella temporada 2012/2013 tras el de Nosa. Llegó desde el Sochaux francés por un traspaso de 750.000 euros para formar en los dos años que pasó en Sevilla una línea de centrales junto a Paulao, Figueras y Amaya que hacía temblar a los propios aficionados béticos. Tras un curso y medio en el Toronto FC de la MLS adonde llegó gratis, cómo no, acaba de firmar por el Nottingham Forest.
8.- LOLO REYES
El chileno pasa por ser el único de toda esta lista al que nunca se le pudo reprochar falta de actitud cuando vistió la elástica verdiblanca aunque sí falta de aptitudes. Lolo Reyes llegó al Betis junto a Braian en 2013 por 900.000 euros. Después de dos años contando con bastantes minutos, fue cedido al Almería la pasada campaña antes de que el Betis le rescindiese el contrato de forma difícilmente comprensible para que firmase a coste cero por la U de Chile.
9.- SALVADOR AGRA
Era poco menos que el nuevo Figo cuando llego al Villamarín en enero de 2013 procedente del Olhanense por 300.000 euros. Disputó entonces una decena de partidos en esa segunda parte de temporada que, a la postre, serían sus únicos encuentros con el Betis. Siena (todavía en Serie A), Sporting de Braga en dos ocasiones y Académica de Coímbra fueron sus cesiones antes de rescindir hace un año y firmar por el Nacional de Madeira para hacer, al fin, una buena temporada con nueve goles en la liga portuguesa que le han valido la convocatoria para los JJOO de Río.
10.- AMRO TAREK
Es posible que ni recuerdes su nombre. El lateral estadounidense de origen egipcio fue una de las apuestas más arriesgadas de Maciá el pasado verano y acabó confirmándose como un fiasco estrepitoso. 300.000 euros pagó el Betis a El Gouna FC por este lateral que firmó un contrato de cuatro años y que ni siquiera llegó a debutar antes de ser enviado a préstamo al Columbus Crew de la MLS donde disputó dos minutos de juego. El club de Ohio devolvió al jugador antes de tiempo y Tarek rescindió su contrato el pasado junio. El futbolista fichó entonces por el Ismaily egipcio donde también ha rescindido su vínculo apenas un mes después para firmar por el ENPPI del mismo país.
