El Inter selló su clasificación para la final de la Champions League tras derrotar al Milan (1-0) con un gol de Lautaro Martínez. Los nerazzurri, que vencieron también en la ida de San Siro (0-2), demostraron que están muy por encima de su vecino en estos momentos y lucharán por ser campeones de Europa por cuarta vez. Su última ‘orejona’ fue en 2010, de la mano de José Mourinho.
No tuvo que hacer nada del otro mundo el Inter para eliminar con claridad al Milan. Y eso, de entrada, habla del nivel de los rossoneri, demasiado justos de calidad para competir en unas semifinales de la Champions League. A esta limitación hay que sumar la inoperancia de Stefano Pioli, que en ningún momento dio la sensación de estar cerca de ayudar a los suyos desde el banquillo. Si en la ida el Milan pagó su fragilidad defensiva en el tramo inicial, la falta de ideas en la construcción del juego les condenó en la vuelta. Solo una genialidad de un Rafael Leao que no estaba al 100% parecía ser una amenaza real para el Inter.
Tras un arranque espectacular en San Siro en el que ya se pusieron 0-2, a los de Simone Inzaghi les bastó con gestionar bien la ventaja y no cometer errores para ser superiores a su rival. El Inter mostró una versión madura y confirmó que llega al tramo decisivo en su mejor momento de la temporada. Jugadores como Federico Dimarco, Nicolò Barrella o, sobre todo, un Lautaro Martínez que fue el MVP del cruce, exhibieron su enorme potencial.
¿Quién nos iba a decir que el Inter iba a ser finalista cuando cayó siendo muy inferior contra el Bayern de Múnich en la primera jornada? No ha sido el camino hacia la final más difícil de la historia (Porto, Benfica y Milan), pero ha sido el que le ha tocado y no le resta ni un ápice de mérito. Es evidente que el Inter no es el favorito en la final de Estambul, pero su rival, sea Real Madrid o Manchester City, hará bien en no relajarse lo más mínimo.
Foto de cabecera: Inter (Twitter)