El Cagliari está siendo la gran sorpresa de lo que llevamos de Serie A. El conjunto de Cerdeña está sorprendiendo a todos y está en puestos de Champions League después de 12 partidos disputados, por encima de clubes como la Roma o el Napoli. Pero no es momento de hablar del Cagliari actual. Su gran momento de forma es la excusa perfecta para hablar de la mayor leyenda del club. Él es el culpable de que Simeone, Nainggolan o Nández no puedan llevar el número 11.
Gigi Riva es considerado por muchos el mejor delantero de la historia de Italia. Por algo es el máximo goleador de la selección italiana al haber anotado 35 goles en 42 partidos, un récord que, por el momento, está muy a salvo. Riva no es solo un futbolista especial, sino que también es una persona especial. Nació en Lombardía hace 75 años, pero su forma de ser nada tiene que ver con la habitual en esa zona de Italia.
Su llegada a Cagliari marcó su vida. En Cerdeña se encontró con su verdadero hogar y se sintió identificado con la forma de ser de los habitantes de esta preciosa isla. Riva encajó de maravilla. Durante sus 14 años como jugador del Cagliari tuvo multitud de opciones de salir a los grandes clubes del norte del país (Inter o Juve), pero él decidió quedarse defendiendo los colores y los valores de la que ya era su casa.
Su temporada cumbre fue la 1969/70, cuando llevó al Cagliari a conseguir su primer y único Scudetto. Gigi Riva fue el máximo goleador de la Serie A con 21 goles y fue el hombre clave en el equipo dirigido por Manlio Scopigno, quien dijo en una ocasión que “a Gigi Riva el pie derecho no le sirve más que para subir al tranvía”. A Riva no le hacía falta, su potente pierna izquierda era suficiente, tal era su potencia que era apodado Rombo di Tuono, estruendo de trueno.
Sin embargo, no solo destacó como futbolista. También es respetado como persona. Gigi Riva recibió ofertas millonarias de los grandes equipos de la Italia continental, pero las rechazó todas. Su forma de ser le hizo mantenerse fiel al Cagliari, a Cerdeña y a toda su gente. Riva demostró que el dinero no lo puede todo. Decidió quedarse y así se ganó a todo el pueblo sardo.
Una vez retirado siguió destacando por su forma de ser. Gigi Riva fue clave en el Mundial que Italia ganó en el año 2006. La selección italiana llegó en un momento muy complicado con el escándalo del Calciopoli y el intento de suicidio de Pessotto. Riva supo unir más que nunca a un equipo dolido y fracturado y fue fundamental para que Cannavaro alzara la Copa del Mundo al cielo de Berlín.
En la celebración de ese campeonato del mundo Gigi Riva tuvo un gesto que le convirtió en un referente para Francesco Totti. Riva mostró su disconformidad con que miembros del ejecutivo del país fueran en el autobús con jugadores y personal de la federación. El ex futbolista del Cagliari consideraba que el trato dispensado por aquellos políticos antes del campeonato del mundo no fue justo, por lo que no merecían formar parte de la celebración después de no haber confiado en el equipo.
Gigi Riva es una persona especial. Fue un futbolista de leyenda, que llevó a un club humilde como el Cagliari hasta lo más alto. Por ello, nadie lleva el número 11 en el club sardo, lo retiraron para homenajear de manera constante al mito que fue Riva. Pero no solo hay que quedarse con lo futbolístico, como persona se adaptó a la perfección a Cerdeña y se convirtió en lo que hoy es, un sardo diferente, un sardo nacido en Lombardía.
Estudiante de Periodismo. Amante de lo que estudio y del fútbol. Mis equipos, en riguroso orden. Real Oviedo, Arsenal, Roma, aunque tengo simpatía por otros muchos. Corazón oviedista para siempre.
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