El Bayern de Múnich tropezó en casa ante un Inter que supo esperar su momento. En el Allianz Arena, los alemanes llevaron el peso del juego, generaron más ocasiones y mostraron una clara ambición ofensiva. Pero el cuadro de Simone Inzaghi, sólido en defensa y letal al contragolpe, se llevó una valiosa victoria por 1-2 que lo deja bien posicionado para la vuelta en San Siro.
El guion parecía claro desde el inicio: el Bayern proponía, el Inter resistía. Michael Olise fue el principal generador de peligro por la derecha, con hasta cinco acciones claras que que acercaban a los alemanes al gol. Harry Kane estrelló un balón en el poste en la primera mitad, mientras Yann Sommer se encargaba de sostener al conjunto italiano con intervenciones clave.
Pero el Inter no necesitó mucho para golpear. Ni tampoco la posesión del balón. En una transición rápida, Carlos Augusto desbordó, Thuram asistió con clase y Lautaro Martínez definió con el exterior para adelantar a los suyos. Un gol en su único remate a puerta en la primera mitad.
En la segunda parte, el Bayern mantuvo la presión. Kompany introdujo a Thomas Müller, y el veterano respondió marcando el 1-1 a cinco minutos del final, alimentando las esperanzas del Allianz. Sin embargo, el Inter volvió a castigar: un nuevo contragolpe pilló descolocada a la defensa bávara y Davide Frattesi hizo el 1-2 definitivo en el 88’.
La eliminatoria de la Champions sigue abierta, pero el Inter ha dado el primer paso. Con poco ruido, pero con mucha eficacia. Al Bayern le toca buscar respuestas en San Siro, donde no bastará con jugar bien: habrá que sobrevivir.