Lisa, Samantha y Tim

Tiene 25 años pero sus piernas están curtidas con más de una
década de fútbol profesional a sus espaldas. Con 15 ya había debutado con la
selección australiana. Hoy es la máxima anotadora de la historia de la liga de
su país (64 tantos), de la UWSL estadounidense y va camino de superar a Lisa De
Vanna en la selección, pues acumula unos números realmente espectaculares: 28
goles en los últimos 30 partidos internacionales (en apenas dos años).

Samantha Kerr tiene más cerca imposible el mejor espejo en
el que mirarse. A sus 34 años, la histórica De Vanna sigue formando parte de
Las Matildas y ante Jamaica alcanzó los 150 partidos como internacional. En el
once ideal de los Mundiales en 2007 y 2015 y anotadora en tres ediciones distintas,
la estrella de Orlando Pride incluso llegó a ser nominada al premio Puskas con
una maravillosa chilena en 2013. Leyenda viva en Australia, sabe que tarde o
temprano sus récords serán superados por su compañera, nueve años más joven que
ella y cuyo voraz apetito no tiene límites.

Considerada por los expertos como una de las mejores
futbolistas del planeta, Sam Kerr lleva el don del gol en la sangre pero sus
grandes números no se corresponden con distinciones individuales por parte de
la FIFA. No ayuda el hecho de que Australia no haya superado la barrera de
cuartos de final ni en Mundiales ni en Juegos Olímpicos. O de que en esos
premios voten capitanas y seleccionadores/as de todo el planeta (si contamos
las votaciones de los 20 primeros países del ránking FIFA, Kerr habría
alcanzado el podio).

Sea como sea, hacer algo grande con Australia es
prioritario. Pero las aussies cayeron en el primer partido con una inesperada
remontada de Italia. Eran favoritas en su grupo y ya estaban contra las cuerdas
desde el principio. Al borde de la eliminación tras los goles de Cristiane y
Marta (0-2), Australia supo darle la vuelta al marcador y lograr un triunfo tan
épico como decisivo. Los focos, sin embargo, fueron para Chloe Logarzo, otra
estrella emergente en Australia y la UWSL. Quedaba Jamaica, y había que marcar
el máximo número de goles para evitar un cruce desfavorable en octavos.

Entonces apareció la voracidad de Kerr, que firmó un hito
histórico para su país anotando cuatro goles y logrando el primer póker de un
jugador o jugadora australiana en una Copa del Mundo. Dos de ellos fueron de
cabeza, emulando al mismísimo Tim Cahill, otra leyenda. En su honor, Samantha
celebró el primer tanto ‘boxeando’ en el banderín de córner. “Voy a por su
récord de remates de cabeza”, dijo la delantera del Chicago Red Stars, que está
a un solo gol de ser la máxima anotadora australiana en una edición de Copa del
Mundo. Noruega espera ser su próxima víctima.