Casualidades

Raphaël
Varane es el clásico futbolista que el equipo grande tiende a olvidar que está
ahí. Las abuelas suelen decir que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes y
lo del central madridista es uno de los casos más claros. El francés fue uno de
los mejores futbolistas en la Copa del Mundo que alzó al cielo de Moscú hace
menos de un año y acaba de recordar, en una entrevista para Marca, que
continuará un año más. Más allá que el Real Madrid necesita retoques en cada
línea, sorprende ver el alto número de aficionados disgustados por el anuncio
del ex del Lens que, dicho sea de paso, no tendría que haber hecho. Con un
contrato hasta 2022 el río puede sonar todo lo que quiera. Pero actualmente ya
se sabe, los tsunamis se forman con nada.

El
zaguero blanco ha cuajado seguramente su peor temporada con la zamarra blanca,
parecido a lo que ha pasado con muchísimos futbolistas de la plantilla. Ni Luka
Modric, ni Toni Kroos y ni la mayoría de la retaguardia han rozado el bien.
Sergio Ramos se ha perdido entre lesiones y Nacho ha olvidado todos los
adjetivos que le llevaron a ser un emblema de la plantilla actual: garantía
eterna y destreza en situaciones límite. Solía ser una falta de respeto cuando
le llamaban parche y este año no ha alcanzado ni dicha ofensa, con muchos
interrogantes por su físico.

Uno
de los próximos objetivos que debería grabarse a fuego Zinedine Zidane y sus
ayudantes es mejorar unos registros defensivos que demuestran porqué el Madrid
no gana ligas. La última vez que recibieron menos de 40 tantos fue en el curso
2015-2016, quedándose a un punto del Barça. Atlético de Madrid y FC Barcelona no
han encajado tantos goles en todo este tiempo. Si a todo ello le sumas los
pobres bagajes ofensivos te sale el resultado expuesto en todo el mundo: en
cuanto a números, esta es una de las peores de toda la historia de la entidad.

Sin
embargo, los goles encajados no pueden ni deben enrojecer a uno solo. Si el
Madrid ha permitido todos esos tantos es por las serias y preocupantes
desconexiones que lleva padeciendo este conjunto durante varias temporadas. Si
los blancos han sido campeones de Europa tres veces consecutivas tienen
características de sobra para, por lo menos, igualar lo que hacen sus rivales.
En eliminatorias de la máxima competición continental el cuadro de Chamartín ha
conseguido detener a las mejores delanteras del mundo. Si quieren volver a
reinar en España deberán pensar en sofocar una defensa que ha tenido miles de
incendios y que solo pueden apagar en las noches en las que suena ese himno que
emociona a todo el continente. Por algo será.