Mucho se habla estos días de los posibles ganadores de los prestigiosos premios de la Academia de Hollywood. Los Oscars se convierten, en este mes de febrero, en el tema principal de muchas tertulias e incluso conversaciones domésticas. Con diez nominaciones, ‘La favorita’ del griego Yorgos Lanthimos parte (valga la redundancia) como favorita en la mayoría de las principales categorías, junto a ‘Roma’ de Alfonso Cuarón. Cuando, a dos semanas del evento, aún se siguen barajando quiénes serán los galardonados, hay una mujer que, gracias a su impecable carrera deportiva, se ha ganado el título de ‘The favourite’. Ella es Lindsey Vonn.
Estadounidense. 34 años. Apodada como ‘La Reina del esquí’. Ganadora de tres medallas olímpicas y ocho metales en Campeonatos Mundiales. ¿El último de ellos? El día de su retirada como esquiadora profesional. Un bronce que sabe a oro. Que sabe a gloria. Que sabe a satisfacción por el trabajo de toda una vida. La de una deportista que, tras 18 años de trayectoria profesional, dice adiós a su total y absoluta pasión. Bonita manera de hacerlo ya que esta última presea en descenso ha tenido lugar en el mismo escenario en el que, hace 12 años, ganara sus primeras medallas. Are (Suecia) ha sido testigo del inicio y la despedida de una de las deportistas más importantes de la historia. Perfecta manera de cerrar el círculo y, cómo no, una carrera tan brillante como la de Vonn.
Mermada por las lesiones (especialmente la que sufrió en 2013 al romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, la cual le impidió acudir a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 celebrados en Sochi, Rusia), la estadounidense ha reconocido que su cuerpo no soporta más el dolor. Supo cómo manejarlo, bloquearlo y olvidarse de él, pero asegura que, ahora, se le hace imposible entrenar. Su mente sigue fresca y con ganas de más desafíos, pero el físico no le acompaña, por lo que, según ella misma comentó hace unos días, “es la decisión más inteligente” que podía tomar.
Y no le falta razón a la americana. Tras casi dos décadas en la élite de este deporte y tras hacer frente a años de operaciones y dolor, su retirada con una medalla de bronce colgada al cuello es un éxito más que añade a su intachable curriculum deportivo. Vonn se depide, por tanto, con un oro y dos bronces olímpicos, con ocho medallas en Campeonatos del Mundo (dos oros, tres platas y tres bronces) y con un total de 82 victorias en la Copa del Mundo. Una hazaña nunca antes lograda por ninguna esquiadora y sólo superada por el sueco Ingemar Stenmark que, a sus 62 años, sigue ostentando el récord como el esquiador con más victorias de la historia (86). Una vez más, una pena que Vonn tuviera que hacer frente a un sin fin de lesiones que la tuvieron alejada de las pistas durante tanto tiempo.
Sin embargo, la americana ha cosechado una carrera de ensueño en su particular reino de nieve. Su habilidad natural para deslizarse sobre el blanco manto helado y su carisma fuera de las pistas serán valores que siempre quedarán ligados a su nombre. Lindsey Vonn, la siempre favorita a ganar, la mujer que ha conquistado los corazones del público e, incluso, de sus rivales. Una de las mejores esquiadoras de la historia se despide y lo hace, cómo no, por todo lo alto.
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