Ter Stegen es el hombre del FC Barcelona. Con sólo 22 años, el portero alemán llegó al conjunto culé rodeado de dudas en torno a su fichaje. Todo hacía indicar que con la marcha de Víctor Valdés el equipo azulgrana dejaba abierto su candado. Por aquel entonces, aún nadie apostaba por este joven. Con el tiempo, ha demostrado ser una pieza fundamental para el cuadro catalán, transmitiendo, tanto al equipo como a la afición, esa seguridad bajo palos que no todos son capaces de reflejar.
Su último encuentro disputado ante el Atlético de Madrid fue una prueba de que Ter Stegen es el hombre adecuado para cubrir la meta azulgrana. Aprovecha cada momento de su titularidad en Copa del Rey, dejando muestras de calidad que no dejan indiferente a nadie. Hasta en las grandes cita aparece. A pesar de su juventud, el cancerbero alemán parece haber alcanzado la madurez completa. Al menos así lo demuestra cada vez que sitúa bajo la portería del Barça. Ter Stegen lo tiene muy claro cada vez que pisa el césped: concentración y evitar errores, para convertirse en el meta azulgrana por excelencia.
Ter Stegen transmite seguridad y concentración. Maneja igual de bien el balón con las manos que con los pies, una virtud de extrema importancia para un portero. Además de ello, nadie se olvida de que él es la apuesta de futuro para la portería del Barça. Talento no le falta. Magia tampoco. Deslumbra, transmite paz y no se deja sorprender por el rival. Siempre está listo, concentrado, pidiendo calma. Anda por el camino adecuado, con paso firme y sin detenerse.
Sólo el tiempo decidirá si es apto para ocupar de forma habitual la portería del Barça. Claudio Bravo también es pura calidad y la lucha con él por un puesto como titular no es tarea fácil. Mientras tanto, Ter Stegen deleita a todos en Copa del Rey, esperando su oportunidad y sin perder la esperanza de tener minutos en competición liguera. El tiempo hablará. De momento, disfrutemos de él.