Soy Antonio Sánchez, un mallorquín que ha cumplido el sueño que tenía de niño, jugar en el equipo de su vida.
El camino
Cuando miras por el retrovisor, descubres que el camino hasta llegar hasta aquí no es fácil. Y una vez has llegado, tampoco lo es. Puede sonar a tópico, pero es la realidad.
De camino a Madrid me acuerdo del Antonio que pasaba todos los días de la semana entre el barro del campo de fútbol del equipo del barrio, el Independiente. Ese barro se convierte ahora en ganas y motivación para darlo todo sobre el césped.
Sinceramente, creo que haber vivido otro fútbol me ayuda a valorar todo lo conseguido y a intentar retener cada momento en mi memoria. Cada vez que estoy en un vestuario y me voy a poner la camiseta roja, cierro los ojos e intentó recordar este camino durante unos segundos.
No os imagináis la emoción que recorre mi piel cuando tengo la elástica del Mallorca en mis manos.
Orgullo
Ya son más de cien las veces que he tenido el honor de defender estos colores y creo que podría escoger dos elementos que siempre te persiguen: aprendizaje y orgullo.
La emoción es palpable, especialmente cuando te sumerges en la felicidad de tu niño interior. También existe el compromiso de representar a aquellos que siempre han estado y estarán, la familia. Celebran cada logro y, más importante aún, te impulsan en los momentos de dificultad.
Son ellos quienes dan significado a cada paso en el campo, convirtiendo cada victoria y derrota en una experiencia compartida que va más allá de un terreno de juego.
Dinámicas
Hoy se cumplen 21 días de nuestro último partido, 21 días sin fútbol. Creedme si os digo que 21 días, y más con la dinámica que arrastramos, se hacen eternos.
Uno lee, escucha, sabe como se siente la afición. Hace no tiempo yo era uno de ellos. Recuerdo el 23 de junio del 2019, yo estaba en la grada con ellos. Cualquier mallorquinista sabe a qué noche me refiero, no hace falta ni mencionar el partido. El gol de Abdón, la felicidad que inundó nuestro estadio. Ahora, me pongo en la piel del aficionado y puedo imaginar cómo se encuentran.
Soy jugador del primer equipo y quizás da la impresión que no soy objetivo. Sonará utópico si miramos la clasificación, pero mallorquinistas, podéis estar tranquilos. Veo entrenar a esta gente, el compromiso que tiene el grupo y el trabajo que se le dedica a revertir la dinámica y sé que cualquier mallorquinista estaría orgulloso de sus jugadores.
Que sean ya las 21h y lo podamos demostrar sobre el césped del Metropolitano.
Desde Guadahortuna
Cada paso en el campo es también un paso en la historia del club, una historia que se construye con esfuerzo y dedicación. Un chaval salido de una familia humilde en Guadahortuna (Granada) que está escribiendo su historia en uno de los equipos más importantes de España.
Por vosotros, familia. Visca el Mallorca.
Sobre ‘Personal e intransferible’:
‘Personal e intransferible’ es una iniciativa editorial de Sphera Sports, en la cual se cursa una invitación a diferentes deportistas y celebridades de naturaleza diversa, para escribir una columna en primera persona y con total libertad desde nuestra plataforma web.