Rendir en un equipo de primera talla mundial depende de muchas variables, por eso grandes jugadores pasan malos años en los equipos más fuertes del mundo. Eso no quiere decir que el jugador sea malo, de hecho no se llega por azar a esos clubes.
Alex Song es el mejor ejemplo para poner en práctica lo ya comentado. El centrocampista camerunés ha emprendido un nuevo reto, puede que más difícil que su paso por Barcelona, encontrarse a sí mismo tras unos años complicados. Lo más llamativo es el perfil de equipo en el que ha iniciado esta etapa, un West Ham que a priori busca un año relajado.
Alex Song expuso a Sky Sports sus motivos para elegir su actual club de la siguiente manera: “No fue una decisión fácil pero lo hice porque quería volver. Creo que es muy importante para mí volver aquí, intentar jugar. Sólo quiero volver a sentir porque esta liga me dio mucho y quiero devolverlo”. La sinceridad de Song deja un matiz muy importante, el “sentir” al que alude el medio aún propiedad del Barcelona es una de las mejores noticias en este arranque de Premier League, Alex Song ha recuperado sensaciones.
Tras un gran arranque liguero del West Ham sería injusto magnificar una serie de buenas actuaciones de Song y, ni mucho menos, poner su aportación personal por encima del grupo. Simplemente el jugador está de regreso en la liga que le hizo grande, gracias a la cual mostró unas capacidades que en Barcelona no tuvo la oportunidad de enseñar debido a la competencia y lo que parece una mala asignación del puesto: Alex Song no debe ser el mediocentro posicional y él sabía al llegar al West Ham que tendría los minutos y contextos necesarios para intentar ser él.
Entre pompas de jabón Alex Song ha vuelto a pisar campo rival, el balón puede estar más de dos toques en su dominio y no puede descartar pases muy profundos hacia jugadores que ataquen al espacio. Falta para que recupere el acierto de su paso por el Arsenal, pero en apenas dos meses ha dado motivos para ser optimista, la Premier le ha reactivado. Song se convirtió en una incorporación que chirrió en los engranajes que propusieron sus entrenadores en Barcelona pero tampoco ha vuelto de vacío. A sus aptitudes con balón y su bien empleado físico para cerrar espacios le ha añadido una mejor lectura defensiva y menos precipitaciones en coberturas laterales, notas positivas para un equipo que defiende más retrasado.
Su papel es vital en Upton Park. La compañía de Mark Noble le está favoreciendo, sin balón al tener más poderío físico es el eslabón que sostiene el centro del campo aunque con libertad para morder subiendo la presión. En ataque tiene la capacidad de descolgarse, permitir a Noble manejar el balón en la base y soltándose para amenazar con el último pase o simplemente paliar los problemas de su equipo para asegurar el balón en campo rival. Volviendo parcialmente a los orígenes aunque con mayor registro.
Sam Allardyce ya avisó que además de todo en lo que mejora su centro del campo en lo futbolístico de Song espera “liderazgo”. El paso por un club menor puede aportarle capacidad para ordenar al equipo y hacerse un referente con la cabeza lo suficientemente fría, algo que siempre le ha costado demostrar en su selección. La Premier es la competición que mejor se adapta a las características de Song, un jugador que siempre ha sorprendido más ofensivamente. Que esté de vuelta en la Premier es una noticia positiva y que sus primeras actuaciones hayan sido tan notables nos permite esperar a que su mejor versión está de camino.
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