Era el derbi más igualado en muchos años, tan igualado que acabó en empate, imagínense. Dos equipos que venían de sacar un punto en el Bernabéu prometían una mañana alegre de fútbol, pero el guión de los entrenadores no era ese y el partido entre bostezos, faltas, y pelotazos al aire buscando a los ‘9’, de uno y otro equipo acabo en empate. Comenzando por el horario, que personalmente, me trae buenos recuerdos, puesto que el Levante ya disputaba partidos a las 12 horas de la mañana sábados y domingos. Es cierto que era en segunda división pero, este horario me traen muy buenos recuerdos, ir al fútbol con mi abuelo, su puro y su cerveza, si eran los años del fútbol modesto y de la libertad.
Sin más dilación volvemos al 2017, vuelvo a repetir a uno de los derbis más igualados de la historia. Igualdad es la palabra clave para cualquier tipo de crónica o análisis, puesto que hasta las plantillas son iguales. Los dos combinados presumen de una gran zaga, con laterales que pueden defender como atacar. En cuanto al mediocentro, potencia en las botas de Kondogbia y de Lerma, creación con Soler, Parejo, Bardhi y Campaña. Rapidez con Pereira y Jason. Por último y la posición más oscura para los dos equipos. Poco gol, con Rodrigo y Mina, y en el otro barrio, en Orriols, Álex Alegría.
La delantera fue la culpable de que el partido acabará en 1-1, aunque de haber aprovechado mejor las oportunidades ambos equipos, una de las dos hinchadas estaría celebrando los tres puntos. Santi Mina y Rodrigo Moreno, no paraban de lanzar desmarques, jugaban con el colectivo, tocaban, pero de cara a puerta había muchas carencias para transformar una buena jugada en ese grito que tanto le gusta expresar al aficionado. El gol no llegaba. Por parte de los azulgranas, Álex Alegría, luchaba, incansable, contra Murillo y Garay, una y otra vez. No ganaba todas, pero peleaba, las que podía las recibía las bajaba y tocaba para los cerebros tanto Bardhi como Campaña. Pero de cara a puerta volvemos a retomar el tema de las carencias ofensivas de la delantera valencianista. Como dice el refrán, mucho ruido y pocas nueces.
Finaliza el partido y ambas aficiones se van a casa con un sabor agridulce, ya que no han podido ganar a su máximo rival en la ciudad. En los aledaños del estadio se escuchan unos comentarios. «No sirve de nada empatar en el Bernabéu, si no ganas aquí». Igualdad hasta en los comentarios ya que puede ser utilizado por un aficionado con una camiseta azulgrana o una blanquinegra. Esto resume la ambición y el carácter de los dos equipos de la capital del Túria, que van a dar mucho que hablar esta temporada 17/18.
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