Cuando un equipo grande sufre un batacazo, el eco de la derrota alcanza dimensiones espaciales. Pedirle paciencia y mesura al forofo es difícil. Lo ideal es que dentro del club se tenga la capacidad de análisis profundo que merece una situación así. Porque detrás de una derrota como la del Real Madrid en Alcoy, hay muchos factores que influyen, nunca es solo uno.
Zinedine Zidane es conocedor de la necesidad de rotar en el fútbol moderno para poder competir por todos los títulos. Él mismo llevó a la excelencia esas rotaciones en la temporada 2016-17, con una de las mejores plantillas que tuvo el club en sus 118 años de historia, conquistando Liga y Champions, el primer doblete Liga- Champions del club desde 1958.
Desde entonces, el Madrid conquistó una Champions más (2018) y otra Liga (2019-20), como títulos de máxima importancia. Pero si analizamos con perspectiva los últimos tres años, la plantilla se fue debilitando y perdiendo calidad competitiva. También por muchos y diversos factores.
La inflación actual del mercado, agravada por la pandemia que vivimos, más la obra del estadio Santiago Bernabéu, motivó que el Real Madrid decidiera apostar por una política de fichajes basada en jugadores más jóvenes, algunos para que salgan cedidos, y eso en un club grande es complicado, porque requiere paciencia, un sustantivo que no existe en el fútbol de primer nivel.
Además, las inversiones en futbolistas más hechos como Militao o Hazard no han funcionado de momento. Por motivos distintos, pero ambos estaban llamados a ejercer un papel diferencial. Pero lo más importante de todo, es que el Madrid está diciendo adiós a la que probablemente es la segunda generación más importante en la historia del club, por calidad y jerarquía, y eso no tiene fácil solución a corto plazo en ningún equipo o selección a nivel mundial.
El Madrid escaló su Everest particular este curso con la semana mágica de noviembre en la que los jugadores demostraron su apego a Zidane derrotando a Sevilla, Gladbach y Atlético de Madrid. Con un objetivo corto y motivación máxima, aún les llega. La duda estriba si serán capaces de llegar a mayo en condición de poder disputar de nuevo otro objetivo a corto plazo.
Zidane lo sabe y pese a que comete errores, como todo el mundo, es consciente de la incapacidad actual de la plantilla para afrontar rotaciones de garantías. Depende de su vieja guardia y dentro de ella, algunos ya no pueden, aunque quieren, y los que pueden y quieren, no pueden hacerlo durante 60 partidos.
Pero la reflexión debe ir más allá. El Madrid es un equipo muy particular y para el modelo actual de club, no existe un entrenador mejor que Zinedine Zidane. Leyenda del club como futbolista y ya como entrenador. Además, su perfil coincide con el de los tres técnicos más exitosos en la historia de la institución: Miguel Muñoz, Luis Molowny y Vicente del Bosque.
De las decisiones que tome el Real Madrid de aquí a junio y durante el próximo verano, dependerá en parte el futuro de lo que resta de temporada y en los años venideros. Es lo más difícil ahora y la sangre fría siempre ayuda en la vida para tomar las decisiones más complicadas.
Imagen de cabecera: Imago