Robinho, Anderson, Afonso Alves, Jo, Roque Junior, André Santos, Branco y Mario Jardel, son sólo algunos de los jugadores brasileños que llegaron a Inglaterra con las credenciales para ser estrellas del fútbol y que, eventualmente, terminaron fallando en retribuir la expectativa sembrada por los respectivos equipos que los trajeron.
El fútbol inglés no parece ser un territorio ideal para el brasileño “creativo”. Aquellos que han sido importantes, o han tenido cierta regularidad y rendimiento, son de un perfil más de contención o defensivo, menos ofensivo. Jugadores como Lucas Leiva, Gilberto Silva, Ramires, Paulinho o Sandro son claro ejemplo de esto. Este fenómeno viene sucediendo desde los inicios de la Premier League y muchos se atreven a decir que Inglaterra no es lugar para brasileños
Philippe Coutinho es una de las excepciones a esa regla. Llegó a Liverpool procedente del Inter de Milán por tan solo 8.5 millones de libras en el mercado invernal de 2013. Su impacto en las últimas dos temporadas en el equipo de Brendan Rodgers ha sido realmente notable, combinándose de gran manera con Raheem Sterling, Daniel Sturridge, Jordan Henderson y Luis Suárez la temporada pasada, y ahora con Adam Lallana y Lazar Markovic.
En lo que va de 2015, el Liverpool no conoce la derrota y pasó de estar a 10 puntos de los puestos de UEFA Champions League, a estar a tan sólo 2. No es casualidad que la mejoría de los Reds haya coincidido con el gran momento de Coutinho, quien es ahora, sin duda, el hombre del momento en la tierra de the Beatles. El brasileño ha sido fundamental en el repunte de su equipo. En primer lugar, anotando el gol de la victoria en el Replay ante el Bolton, en la Cuarta Ronda de FA Cup y posteriormente anotando un par de golazos a Southampton y a Manchester City, rivales directos y de gran peso en la Premier League.
Más allá de su contribución con goles, su visión, velocidad y claridad dentro del terreno de juego son el reflejo perfecto de la filosofía Rodgers mezclando intensidad, juventud y calidad ante todo.
Con tan solo 22 años, el futuro de Coutinho pinta para grandes cosas, el jugador parece disfrutar de su fútbol y se siente cómodo en Anfield. Con cada actuación transmite felicidad, entusiasmo y emoción a la grada, recordando que cuando existe talento, compromiso y profesionalidad no hay mito ni fábula que valga.