Síguenos de cerca
Getty Images

Athletic

Nada es casualidad

Muchos han llegado subiendo por las escaleras del mismo edificio, otros han vuelto a casa arrastrando las maletas después de salir de viaje y son contados los jugadores que han llegado desde otros destinos llamando a la puerta de San Mamés. El Athletic está formado por una manada que ha crecido en su hábitat y se identifica con sus colores. Lezama no es un lugar; es una filosofía con un modelo que destaca en un fútbol gobernado por la billetera. Los leones son la única especie felina que vive en grupos numerosos. Nada es casualidad.

Veteranos depredadores que defienden su territorio y descarados cachorros que ya conocen el valor de su escudo. El Athletic juega y lo hace con una verticalidad dañina y una presión asfixiante. Ante el Valencia, el Celta y Las Palmas se han llevado los puntos en el último suspiro, a través de una fe inquebrantable. Simplemente, en la ‘Catedral’ del fútbol no se agota la batería, se ruge hasta el final. No es cosa del azar.

Tampoco lo es el trabajado libreto de Ernesto Valverde, un hombre de la casa que regresó al banquillo rojiblanco, por tercera vez, tras un vuelo de turbulencias. No hay dos sin tres. El ‘Txingurri’, que se formó como técnico en Lezama y entrenó categorías inferiores, responde a la ideología del club con su confianza en la cantera. El técnico cacereño ha logrado que su equipo dé un salto de calidad en la presente campaña, con un juego fluido y explotando las virtudes de su ataque. Los zarpazos de Guruzeta e Iñaki, la garantía de Sancet o el desborde de Nico, son sus grandes argumentos. El mayor de los Williams es el jugador con más disparos de LaLiga, mientras su hermano pequeño es el más regateador.

Al Athletic se le apunta en Europa porque su peso histórico lo impone, pero su distante gasto en fichajes respecto a otros equipos evidencia un incuestionable mérito. Ernesto, que llegó a estar tan infravalorado en las grandes alturas, ha calzado a su equipo con sus propios zapatos. No les bailan los tobillos, no les rozan, no les aprietan, no les tocan las puntas al andar. Todo encaja. Una sincronía que explica por qué los leones se van a comer las gambas y los turrones sentados en la quinta posición de la tabla y presumiendo de familia.

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre Athletic