A sus casi 32 años de edad, Luuk de Jong se encuentra en uno de los momentos más dulces de su carrera. Tras su breve pero romántico paso por el Barcelona, el delantero holandés ha vuelto a su país natal, al PSV Eindhoven, equipo con el que ya jugó entre 2014 y 2019 antes de vestir la camiseta del Sevilla.
Y es que Luuk se convierte en un ídolo allá donde vaya. Y eso no se gana sin trabajo y sin esfuerzo. Ha marcado más de 200 goles en toda su carrera, consiguiendo cuatro Eredivisie con el PSV y una Europa League con el Sevilla, en la que Luuk marcó dos de los tres goles de la final disputada ante el Inter de Milán. Se ha ganado el derecho a considerarse un gran delantero centro.
De Jong nunca ha sido un jugador que destaque por polémicas, por asuntos extradeportivos… Todo lo contrario. Muchos entrenadores, como Xavi, han afirmado que el delantero es un ejemplo de futbolista a seguir: trabajo, esfuerzo y saber esperar tu oportunidad, sin poner mala cara y aceptando un rol secundario.
El ex jugador del Barcelona llegó a la capital catalana procedente del Sevilla durante las últimas horas del mercado de fichajes del pasado verano en forma de cesión simple. Después de la venta de Griezmann y la necesidad de traer a un ‘caza-goles’, la junta culé se fijó en Luuk como reemplazo de una delantera formada, primeramente, por Memphis, Ansu Fati y Kun Agüero tras la marcha de jugadores como el mencionado Griezmann o Leo Messi. Y así fue como De Jong aterrizó al Camp Nou, envuelto de todo el ruido que genera un club como el Barcelona, de toda la polémica que había generado su fichaje, al considerar al jugador holandés como una pieza que no encaja en el sistema de juego culé o una pieza que no sirve para llevar a cabo el mítico ‘ADN Barça’.
Su inicio en Barcelona no fue el deseado. El jugador gozó de titularidades en ‘Can Barça’, gracias, en parte, a tener a un compatriota y conocido suyo en el banquillo, Ronald Koeman. Pero el jugador no encontraba su sitio en el terreno de juego y estaba lejos de su especialidad, que es meter la pelota dentro de la portería, llegando a fallar ocasiones clarísimas que hundían más y más a un Barcelona en caída libre. La gente empezó a ponerse nerviosa y ya se oían los primeros silbidos dirigidos al delantero en las gradas del Camp Nou. Hasta la llegada de Xavi, el jugador marcó solamente un gol, ante el Levante.
Con el mercado de fichajes invernal y las incorporaciones de Aubameyang y Ferran Torres, el delantero holandés adoptó un nuevo rol: el rol Luuk de Jong. Este rol consiste en estar a disposición de tu equipo exclusivamente para cerrar partidos a base de centros al holandés. Y este rol, o método, sirvió para los de Xavi. La victoria en el Ciutat de València por 2-3 ante el Levante fue gracias a él. El agónico empate ante el Espanyol a falta de segundos fue gracias a él. La victoria en Mallorca fue gracias a él. Incluso el jugador consiguió un gol en un Barça-Madrid o regaló increíbles detalles técnicos, como sus clásicas chilenas, que fueron capaces de levantar a todo un Camp Nou.
Y con esfuerzo y resultados, el gigante delantero centro consiguió ganarse el cariño de todo un Camp Nou. «Luuk, Luuk, Luuk, Luuk Luuk» gritaba la afición culé cada vez que el holandés salía a calentar por la banda. Igual que lo gritaron el último partido de Liga, en modo de agradecimiento y de despedida al jugador holandés tras unos meses mágicos vestido de azulgrana.
Y ahora, tras su incorporación al PSV, Luuk de Jong sigue haciendo de las suyas: Seis partidos oficiales hasta hoy, consiguiendo 2 goles y 4 asistencias. Uno de esos goles fueron resultado del método Luuk: con 2-2 en el marcador y ya en la prórroga, De Jong consiguió reventar la red con un cabezazo ante el AS Mónaco y sellar el pase de su equipo a la próxima ronda de clasificación de la Champions League. Ahora, el PSV se jugará su presencia en la fase de grupos ante el Rangers tras empatar a dos en tierras escocesas.
Y ojalá podamos disfrutar un poquito más de Luuk de Jong. Ojalá su PSV esté en la próxima Champions League. Luuk se lo merece. Merece estar ahí y tener su oportunidad. Trabajo, dedicación, esfuerzo y paciencia. Método Luuk de Jong.
Imagen de cabecera: PSV Eindhoven