El Real Madrid logró una victoria histórica al vencer por primera vez al FC Barcelona en un Clásico, por 1-3. Este triunfo, en el marco de la jornada 23 de la Liga F, no solo rompió una racha de 18 derrotas consecutivas ante las blaugranas, sino que también redujo la distancia en la clasificación a cuatro puntos entre ambos equipos.
El partido: entre la épica y la polémica
El encuentro comenzó con un Barça que, aunque dominó en posesión y ocasiones, no logró ser tan contundente como en otras ocasiones. Las madridistas, bajo la dirección de Alberto Toril, plantearon un partido basado en orden defensivo, presión efectiva y contragolpes letales. Alba Redondo abrió el marcador con un cabezazo al filo del descanso, tras un balón largo que sorprendió a la defensa culé.
En la segunda mitad, el Barça empató gracias a Caroline Graham Hansen, quien aprovechó un centro perfecto de Mapi León. Sin embargo, el momento más controvertido llegó en el minuto 80: un gol de Jana Fernández fue anulado por fuera de juego, decisión que generó protestas airadas del equipo local y que marcó un punto de inflexión en el partido.
A partir de ahí, el Real Madrid aprovechó los espacios dejados por un Barça volcado al ataque. La entrada de Linda Caicedo fue clave para revitalizar el ataque blanco. Caroline Weir marcó el 1-2 tras una gran asistencia de Caicedo y sentenció con su segundo tanto en el tiempo añadido, sellando la victoria.
Aunque el marcador refleja una clara victoria madridista, el desarrollo del partido mostró matices. El Barça controló gran parte del juego, pero no se lució y careció de eficacia en los últimos metros. Por su parte, el Real Madrid supo resistir los momentos de mayor presión culé y mostró una efectividad letal en sus llegadas. Un resultado que, en todo caso, implica un golpe anímico para las blancas.
