Sólo cuando las situaciones son adversas las personas son capaces de sacar lo mejor de sí. Sin embargo, seguir adelante, seguir por el camino marcado es la única opción para dejar atrás malos ratos.
En Newcastle upon Tyne, situado en el Nordeste de Inglaterra, está viviendo una temporada irregular, venida de menos a más, que está localizando en St. James Park una auténtica auténtica remontada deportiva. Mérito, gran logro para las Urracas, que vivieron un inicio muy preocupante, con la afición absolutamente postulada contra el entrenador y que firmaron partidos pobres a nivel estadístico.
El conjunto dirigido por Alan Pardew firmó un más que preocupante inicio de temporada. El Newcastle no lograba su primera victoria en la Premier League hasta la jornada 8, habiendo logrado sólo 4 puntos de 21 posibles en los encuentros anteriores. La situación para el técnico británico no era la mejor. Todo lo contrario. Los aficionados pedían su dimisión públicamente, tanto en partidos en casa como a domicilio. Parecía una guerra dialéctica continua, dejando en mal lugar a un Pardew que no conseguía reconducir los términos de su equipo.
Sin embargo, pese a estar en la jornada 7 en puestos de descenso (decimoctavos), el propietario del club, el inglés Mike Ashley, decidió mantener su confianza, decidió mantener a Pardew en el cargo de primer entrenador. Una decisión que indignaba a la afición, en contra suya, pero que 5 jornadas después todo ha dado un vuelco magistral, a la vez que inesperado. La continuidad ha dado sus frutos, y ahora el Newcastle vive un auténtico estado de forma brillante.
El equipo de Newcastle upon Tyne suma 5 victorias consecutivas (1-0 Leicester City, 1-2 Tottenham, 1-0 Liverpool, 0-2 West Bromwich Albion y 1-0 Queen Park Rangers), con sólo un gol encajado, sufriendo un auténtico lavado de cara más que positiva. Y el balance es indudable, incontestable.
Si hace 5 jornadas el Newcastle estaba en puestos de descenso en la actualidad, tras ganar el pasado fin de semana al QPR, son quintos en la tabla, en puestos de Europa League, y empatados a 19 puntos con el Manchester United, cuarto. Es decir. En sólo 5 partidos han pasado del descenso a rozar los puestos de Champions League.
Una metamorfosis absoluta, un lavado de cara deportivo rotundo, que deja en la imagen de Alan Pardew un vencedor sin opción a reclamaciones. Siguió fiel a sus ideas, siguió en el banquillo, haciendo (o intentando) oídos sordos a una afición que no le pasaba una, que reclamaba su destitución en cada partido. Pero ahora están escondidos, ahora nadie es capaz de hacer el más mínimo comentario negativo sobre el equipo.
Del suelo a volar alto en sólo 5 partidos. El Newcastle ha cogido vuelo, desde arriba ven puestos europeos y ahora todo parece funcionar más y mejor. El próximo sábado visitarán el romántico césped de Upton Park, en Londres, para enfrentarse al West Ham. Un encuentro que no será sencillo, pero tampoco parecían serlo frente a Tottenham o Liverpool y llegaron los resultados.
Recuperados en lo anímico y con físico en el deportivo Alan Pardew y su Newcastle están listos para pasar la frontera, dejando atrás un inicio de temporada complicado, preocupante. Han remontado y seguirán peleando por mantener la racha.