Tras la derrota ante el Mónaco y el pinchazo en Liga en El Sadar, la victoria ante el Young Boys era esencial. Los de Flick lo hicieron, volviendo a su mejor versión y regalando una goleada a las gradas del Estadi Olímpic. Hasta la fecha, nadie le ha ganado al Barça en Montjuïc. Delos cuatro partidos que han enfrentado como locales, todos han concluido con victoria blaugrana.
El Barça llevó el partido a su terreno rápidamente y dominó el encuentro con el balón, una sólida defensa y efectividad de cara a puerta. El primero de los goles llegaría de las botas de Lewandowski en el minuto 8. Los suizos se vieron acorralados en su área y antes del descanso sumarían otros dos goles en contra. Primero el de un colosal Raphinha y solo unos minutos más tarde con un tanto de Iñigo Martínez a balón parado. La primera parte se saldó con un 3-0 que dejaba al Young Boys en un escenario complejo.
El segundo acto no distó del primero. El Barça siguió a lo suyo y siguió confeccionando la goleada. En el 51’ llegaría el doblete de Robert Lewandowski, que lleva 9 goles en 10 partidos. Con los dos goles de anoche, el polaco llegó a los 96 goles en la Champions League, colocándose más cerca de los récords que poseen Cristiano Ronaldo (141) y Leo Messi (129). El último y definitivo gol (5-0) fue en propia puerta (Mohamed Camara).
El encuentro mostró las buenas sensaciones de este equipo que, una vez más, evidenció una versión más reforzada. Raphinha, una pieza indiscutible de este Barça de Flick, volvió a ser diferencial y fue nombrado MVP. El partido también dejó el regreso de Frenkie de Jong a los terrenos de juego, tras una lesión que le ha tenido apartado durante cinco meses. Con la contundente victoria en Champions, el Barça se aferra a su credibilidad y demuestra su capacidad de levantarse ante los tropiezos.