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Betis

Donde nada cambia

Una final fabrica recuerdos que se pegan al pecho, y al escudo. El de ayer era un día para recapitular el camino que recorrió el Betis hasta llegar a Breslavia, con todos los baches que acabó superando; incluso en sus momentos más dubitativos. Era una tarde, de nervios e ilusión, en la que era inevitable recordar a aquellos que ya no están y fueron cómplices de esta locura que lleva por nombre fútbol, y Real Betis de apellido. Perderla también sirve, porque en el dolor siempre brota algo nuevo.

Se agarró el conjunto verdiblanco a una fe indiscutible. No experimentó pánico ante el rival, su inversión económica y su palmarés. Le puso contra las cuerdas en un primer acto donde dominó, le dejó tener la pelota sin que supiera bien qué hacer con ella y tomó la ventaja con la lectura infalible de Isco y la definición de Abde. Lo pudo sentir el Betis, lo tuvo por un momento. Pero tras el descanso, le pincharon el flotador, le pusieron piedras en los bolsillos y empezó otro partido. Uno en que el Betis se refugió en el marcador, no pudo mantener la solidez defensiva, ni la creatividad. El Chelsea, y su físico, desconectó todos los cables frustrando la reacción. Cole Palmer empezó a escribir en cada callejón un desenlace, excesivo y abultado, que más bien reflejó una caída libre sin paracaídas que algo masticado.  

Pitó el árbitro el final del encuentro y la grada de las trece barras no enmudeció. Se tiñó de bufandas y lágrimas. De aquellos que recorrieron kilómetros para darle calor a los suyos, llevarlos en volandas y sostenerlos cuando cayeron. También lloraron los que disputaron cada balón, porque lo que aquella afición les devolvió provocaba un nudo en la garganta.

Entre tantos rostros rotos, pero llenos de orgullo, enfocó la cámara a una niña que vio romperse su ilusión en pedazos. Lo que ella probablemente todavía no sabe es que en ese preciso momento nació algo más fuerte. Ese orgullo, manquepierda. Ese amor puro, sin condiciones. Ese dolor, que se transforma en un vínculo indestructible. Ese sentimiento, el beticismo. Donde nada cambia; cuando se gana y cuando se pierde.

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

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