Domingos Paciência fue uno de los héroes portistas de una generación. Un futbolista criado en la cantera que, con los años, llegó a ser un atacante legendario.
Entre 1987/88 y 2000/01 hizo más de 150 goles con FC Porto, CD Tenerife y la selección portuguesa, con la que llegó a jugar la Euro 96.
Mejor goleador del campeonato de Portugal en 1995/96, entre otros trofeos, ganó 7 veces la liga. Como técnico dirigió a Sporting CP y al SC Braga finalista de la Europa League en 2011, uno de los mejores de su historia, entre otros equipos.
Principalmente, lo traemos a Sphera Sports para conmemorar la figura de Pinto da Costa, presidente de FC Porto durante cuatro décadas y parte fundamental de la historia del fútbol luso.
Hablamos con Domingos porque puede hablarnos del dirigente recientemente fallecido desde cinco puntos de vista diferentes. Eso es lo que me planteé antes de hablar con él.
¿Cómo sería Pinto da Costa a lo largo de las décadas? Estimo que se conocen a mediados de los 80 y 40 años más tarde siguen teniendo relación. ¿Era diferente al tratar a un chico de la cantera que a un crack al que rehúsa vender? ¿Cómo se encontraron como rivales?
A eso va a respondernos aquel atacante al que intentaba emular en su gol ante Croacia Nottingham y con el que pude contar para Fútbol portugués. Historias, gestas y protagonistas.
Por encima de todo, pienso que, a lo largo de los años, son dos personas que realmente se tenían cariño: “La verdad es que sí, voy comentar una anécdota para ilustrarlo. La última vez que estuvimos juntos fue en la presentación de mi libro en 2023. La ceremonia se retrasaba mucho, porque no llegaba Sérgio Conceição y fui a decirle que íbamos a comenzar. Él me dijo que no tenía por qué esperar.
Ya con Sérgio en la sala, todavía me preguntó si mi mujer había llegado y me comentó que entonces no podíamos empezar. Esta es solamente una muestra del gran cariño que demostró por mí y mi familia”.
Pinto da Costa ante un joven que firma su primer contrato.
«Yo empecé en Oporto con 13 años. Unos años más tarde es cuando yo lo voy tratando y en júniors (con 17 años) firmo mi primer contrato profesional. Pinto da Costa era el presidente y además tenía conocimiento de lo que era el fútbol. También tenía la capacidad de ver quién eras y quién podías ser. Valoraba la calidad de los jóvenes, no solamente en mi caso, pasó con muchos más jugadores. Saber escoger era una gran facultad que tenía».
Pinto da Costa ante uno de los cracks de su equipo.
«Cuando estaba haciendo la transición desde la formación para el equipo principal, había muchos equipos de segunda y de primera que me querían fichar y él nunca quiso dejarme salir.
Más tarde después de hacer buenas temporadas con Bobby Robson, hubo ofertas de clubes como el Inter de Milán o el Paris Saint Germain, que entrenaba Arthur Jorge y también el Deportivo de la Coruña.
Siempre me transmitió que era importante para él y para el club. Y no son solamente palabras, porque soy uno de los once jugadores que más han jugado en el equipo durante su presidencia.
Como en otros casos, llegó en el momento de dejar el equipo y, en mi caso, ir a España. No fue fácil, estuvimos negociando todo un día, hasta las cuatro de la mañana. No quería venderme, incluso llegamos a apalabrar mi renovación.
Llegué a casa y lo llamé insistiendo y entonces, me dijo: “De acuerdo, vete entonces”. Me lo dijo triste, la verdad».
Pinto da Costa fichando a una antigua estrella para traerlo de vuelta.
Después de dos años, volvió a acordarse de mí. Entonces estaba cerca de fichar por el Sporting de Portugal y él me llamó para decirme que no podía dar ese paso y me volví atrás. No podía decirle que no y regresé en 1999.
Pinto da Costa ante un rival.
Como entrenador, por ejemplo, de SC Braga o Sporting CP, tuve varios encuentros con él. Siempre nos saludábamos y nunca hablábamos de fútbol. Ni siquiera sobre lo que estuviera aconteciendo en ese momento en el campeonato.
Pinto da Costa con el padre de uno de sus principales jugadores.
Nunca nos envolvimos en conversaciones sobre Gonçalo (que jugó también en España, pero en su caso en el Celta). No hubiera sido correcto.
Cuando Gonçalo estaba en FC Porto, todo lo llevaba su representante, y no usamos la amistad tan grande que teníamos para ningún acuerdo. No quisimos correr el riesgo de que se rompiera. De hecho, cuando mi hijo regresa al equipo es porque Sérgio Conceição lo pide, consiguiendo ser campeón.
José María Nolé
Fútbol portugués desde España
Nolé, J. M. (2024). El extraño orden del fútbol portugués.: Canteras de Portugal. Librofútbol.
