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MotoGP

Motociclismo

Con nombre propio

A la tercera va la vencida, o a la 94. Porque esas son las carreras que ha tenido que correr Alex Márquez hasta coronarse y subir a lo más alto del cajón de la categoría reina del motociclismo. Hay que ser muy trabajador, paciente y estar preparado cuando llegue la oportunidad. Y el piloto de Cervera tenía todas esas virtudes escritas, de manera impecable, en su CV. Olió la ocasión y se aferró a ella hasta cruzar la línea de meta. En Jerez, el mismo escenario donde logró su primera victoria de Moto2.

El piloto de Gresini Racing aprovechó la caída de Marc; algo que no pudo hacer en Austin y que traía esta vez aprendido de memoria, como buen alumno. Supo que, en su ausencia, él podía ser el más fuerte de la carrera dominical, y lo creyó. Era su momento, no lo dejó escapar.

Alex está encontrando la recompensa, a su esfuerzo y sacrificio, en un Mundial donde ya ha subido al podio en cuatro ocasiones de cinco posibles y es líder del campeonato. Pero él sabe que la competición es larga, dura y exigente y  que entre los rivales a batir hay un gigante; su hermano. “Creo que estamos medio pasito detrás de Marc, ya no uno”.

La emoción de Alex en el podio resume toda una vida entregada a las dos ruedas y aquellos momentos en los que Gresini apostó por él cuando buscaba recuperar la motivación. Una victoria ansiada y soñada, pero, sobre todo, trabajada. Entre toda esa felicidad indescriptible también estaba la de su hermano, porque “la victoria se quedó en casa”. En aquel hogar donde los Márquez se respetan, cuidan y quieren.

Su padre, Julià, había explicado que el primer sueño de Alex fue ser mecánico, porque veía cómo reparaba la moto de Marc y él quería hacer lo mismo a su lado. Pero tras entrenar un día con su hermano, se olvidó de las llaves y las tuercas y eligió ser piloto. Desde pequeño, Marc ha sido su referencia y el tiempo y los éxitos del mayor le han colocado, de manera inevitable, la etiqueta y las expectativas encima de sus hombros.

A pesar de ello, el pequeño de los Márquez ha sabido gestionar su propia historia, con nombre propio. Y ha alcanzado esa victoria tan deseada y merecida. Es la primera y, muy probablemente, no será la última. Como dijo Roser, su madre, “él no va a la sombra de su hermano, ha sido dos veces campeón del mundo y nadie le ha ayudado, porque en la moto va solo uno”. Y Alex, la está pilotando de maravilla.

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

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