Del puño de acero de Bernie Ecclestone a un triunvirato que buscará modernizarla para captar nuevos mercados: La Fórmula 1 arranca una nueva era en la que se enfrenta a un terreno desconocido, pero con la premisa de adaptarse a los nuevos tiempos que corren.
La primera gran medida del Liberty Media, la empresa estadounidense de medios y entretenimiento que adquirió la categoría, fue provocar la salida de Ecclestone. Pero no lo hizo para buscar un cambio de nombre, sino que también apunta a una nueva y más moderna estructura.
El poderoso puesto que tenía el británico se dividirá en tres, con especialistas en cada área.
El nuevo CEO de la Fórmula 1 será el estadounidense Chase Carey, ex presidente de 21st Century Fox. Carey sustituye a Ecclestone como director ejecutivo y a la vez mantendrá su cargo de presidente de la categoría, por lo que tendrá una doble función.
Pasado y presente de la F1 | Getty
Sin embargo, no gobernará en solitario como lo hacía su antecesor. Junto a él, los nuevos dueños de la Fórmula 1 nombraron a Ross Brawn, con una extensa trayectoria como jefe y director técnico de distintos equipos, como nuevo director deportivo de la categoría. Además, Sean Bratches, un ejecutivo de larga trayectoria en la cadena ESPN, será el nuevo director comercial. Ecclestone, en tanto, asumirá el cargo de presidente emérito, más simbólico que ejecutivo.
«Siempre será parte de la familia de la Fórmula 1, siempre será bienvenido. Y quiero asegurarme de que siga sintiéndose parte«, indicó Carey a la cadena Sky Sports, sobre la nueva función de Ecclestone. «Tiene una mirada única sobre el negocio y seguramente lo conoce mejor que nadie. Su consejo será de gran valor para nosotros«, señaló el nuevo CEO sobre su antecesor.
«Mis días en la oficina van a ser ahora más tranquilos«, señaló Ecclestone a «Auto, Motor und Sport». «Tal vez vaya aún a un Gran Premio. Todavía tengo muchos amigos en la Fórmula 1. Y tengo suficiente dinero para pagarme una visita a una carrera«, se resignó el hasta el lunes jefe de la Fórmula 1.
La nueva estructura significa un cambio en el paradigma de la máxima categoría del automovilismo. Ecclestone concentraba todas las decisiones y por largo tiempo pareció irreemplazable. Negociaba con equipos, patrocinadores y emisoras de televisión; ponía los precios y las condiciones. Pero conservar un negocio millonario en manos de una única persona de 86 años no parecía una buena idea para Liberty Media.
Brawn deja la pista por los despachos | Getty
Brawn, un hombre de enorme prestigio que supo construir la era dorada de Ferrari junto a Michael Schumacher y Jean Todt, actual presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), estará ahora a cargo del show dentro de la pista.
«Es fantástico volver a la Fórmula 1», dijo Brawn, cuyo regreso era ya un secreto a voces. «He estado asesorando a Liberty Media en los últimos meses y espero con entusiasmo poder trabajar junto a Chase, Sean y el resto de la equipo de la Fórmula 1 para ayudar a la evolución del deporte».
Bratches, en tanto, trabajará en un ámbito donde la Fórmula 1 se había quedado atrás: los medios digitales y las redes sociales, un mundo desconocido para Ecclestone. Por encima de ambos estará Carey, que marcará los lineamientos generales.
«Sean ha sido fundamental para que ESPN sea una de las empresas líderes en el deporte. Su experiencia y conocimiento en ventas, marketing y medios digitales serán de gran valor para el crecimiento de la Fórmula 1», indicó Carey.
Toto Wolff, jefe de deportes de motor de Mercedes, ve con buenas expectativas las modificaciones. «Con Ross, que conoce a la perfección a la Fórmula 1, y con Sean, que es un experto en cuestiones comerciales, sumamos conocimientos. Son buenas noticias para nosotros», indicó Wolff.
Los primeros desafíos de la nueva era serán captar tres mercados claves: el europeo, el estadounidense y el asiático.
Con sus carreras tradicionales, el mercado europeo se verá fortalecido. Se espera que para ello se bajen las tasas que se le cobran a los organizadores de las carreras.
Al mismo tiempo, Liberty buscará incrementar la presencia de la Fórmula 1 en Estados Unidos y Asia. La idea es contar con «20 Super Bowls», es decir, que las carreras sean un gran espectáculo más allá de lo deportivo y cuenten con circuitos llenos.
También se intentará aumentar los ingresos por los derechos de televisación y se buscará lograr nuevos seguidores a través de las plataformas digitales con una estrategia «más agresiva» en ese ámbito. Allí será clave la presencia de Bratches, el nombre con el que más se apunta a dejar atrás la era Ecclestone.