A sus 19 años y pese a su envergadura menos poderosa, Franck Kessie ya es considerado en Costa de Marfil el heredero de Yayá Touré. Un cartel que demostró con creces en su debut con el Atalanta en Serie A con dos goles en sus dos primeros disparos en la categoría para firmar un inmejorable debut en la máxima categoría del Calcio.
Kessie fue fichado el año pasado del modesto -incluso para la liga costamarfileña- Stella Club d’Adjamé y tras un breve paso por la Primavera bergamasca actuando de defensa central, fue enviado a préstamo al Cesena donde el técnico Massimo Drago lo asentó como un fijo en sus onces y como un centrocampista de músculo que ha ido ganando poco a poco capacidades de todoterreno para sumarse al área con peligro -hizo cuatro goles en Serie B- como bien pudo comprobar la Lazio en el estreno liguero.
En el nuevo Atalanta de Gasperini, despojado de sus certezas en el centro del campo desde la baja de Grassi el pasado invierno hasta llegar a las ventas de De Roon y Cigarini este verano, Kessie se ha impuesto pese a su inexperiencia y ha convecido a su técnico para apostar sin reparos por él con unos resultados inmejorables, ya que a su doppietta en su primer choque en Serie A hay que añadir su tanto a la Cremonese en la primera ronda de Coppa Italia para completar una llegada al primer equipo fulgurante.
Ya internacional absoulto pese a su corta edad, Franck Kessie es un perfil que se adapta a la perfección al manual de Gasperini dentro del particular esquema del entrenador italiano colmado de habituales llegadores en su línea de centrocampistas y, a su vez, supone un relevo inesperado pero de garantías para el vital eje que suponía De Roon antes de su salida al Middlesbrough debido a su buena técnica de pase y colocación a la que añade con respecto al holandés su derroche físico, su potencia de piernas, sus incursiones verticales hacia el área y su voracidad para las segundas jugadas.
Kessie, que disputó un gran Mundial sub-17 en 2013 en el que su selección cayó en cuartos de final ante Argentina, quiere seguir la estela de otros centrocampistas jóvenes y africanos a los que apenas les ha costado incidir en sus primeros años en la élite del Calcio para asentarse con aplomo en la Serie A como son los casos reseñables del cotizado Amadou Diawara y de Godfred Donsah, también en las filas del Bologna.
Su increíble debut en la Serie A con dos goles hace recordar al que registraron en su momento Mauro Zárate con la Lazio ante el Cagliari en 2008 o Diego Laxalt con el Bologna ante el Milan en 2013. Jugadores de un corte mucho más ofensivo que el africano. Un Kessie que tiene material para soñar y hacer soñar a los tifosi de La Dea y que quiere emular, no por poder goleador pero sí por nivel y por trayectoria, a nombres como los de Zico, Laudrup o Recoba, quienes también debutaron en Serie A haciendo dos goles y dejando un primer sello inmejorable. La candidatura de Kessie para ser una de las revelaciones de la Serie A 2016/17 ya está encima de la mesa.