Ya nos lo decía Karina, en su ‘Baúl de los recuerdos’: cualquier tiempo pasado nos parece mejor. Lo dicen también los mayores, que atizan las tendencias del mundo en el que vivimos; viciado al consumismo, estresado con su manera de producir y alimentado por la tecnología. Si algo tienen, es que saben de qué hablan.
Si nos ponemos nostálgicos, solemos echar en falta lo básico; a lo que probablemente no prestemos tanta atención. El pasado está lleno de ello. Recordar es también una trampa. Un truco para despistar a la tristeza. La engatusamos con la memoria; una heroína infalible de poderes mágicos que sabe calmar los pensamientos.
El City volvió a mirar al United desde las alturas. El domingo lluvioso se le atragantó a Ten Hag, empezando por el polémico penalti y acabando por la sinfonía de Guardiola, ajustada en todos sus acordes. Los diablos vestían de azul en el infierno. Haaland es uno de los peores castigos del presente.
Octavos en liga y a 11 puntos del líder, el United sigue inmerso en las dudas. Los resultados y las lesiones le están echando un pulso al técnico neerlandés, que aterrizó con ilusión en el teatro de los sueños y vive en una absoluta inestabilidad.
Que el Ajax sea colista de la Eredivise es, cuanto menos, llamativo. Atraviesa una crisis significativa. En Ámsterdam llevan diez partidos sin conocer la victoria. Hedwiges Maduro, como interino, no resultó revulsivo. El club ajacied ha anunciado hoy a Van’t Schip como nuevo técnico de un equipo que atraviesa uno de los peores momentos de su historia. Todo un reto por delante.
El histórico de la capital de los Países Bajos, que posee 36 ligas en sus vitrinas, no hace tanto tiempo estaba seduciendo al continente europeo con el juego que desarrolló la pizarra de Ten Hag. De ese equipo ganador, que deleitó en Champions League y al que se le recuerda su gran noche en el Bernabéu, destacaron piezas como Frenkie de Jong, Van de Beek, De Ligt, Ziyech, Neres, Tadic, Tagliafico o Schöne. Ninguno de ellos sigue en el club que, tras la salida de Ten Hag, acabo perdiendo la totalidad de su identidad.
El Ajax y Erik ten Hag separaron sus caminos. Sus recuerdos son aquellos fotogramas que aluden un fútbol que hoy ambos, en busca de un bálsamo para sus heridas, echan de menos. Cualquier tiempo pasado juntos, les debe parece mejor. La nostalgia es implacable.