La mayoría de las estrellas del pelotón internacional prefirieron este año la arena y las llanuras de los países arábigos para comenzar esta temporada ciclista 2015. No así Alberto Contador y Chris Froome, que dieron sus primeras pedaladas competitivas en Andalucía.
Y con qué intensidad comenzaron. Español e inglés se batieron en duelo sin cuartel ya en el mes de febrero, lejos aún de sus principales objetivos de la temporada y de la batalla definitiva: el Tour de Francia. Un primer encontronazo mano a mano que en la Ruta del Sol cayó del lado de Froome.
Contador golpeó primero, superando a Froome primero en la contrarreloj de ocho kilómetros y luego en el ascenso a Hazallanas. Basso le lanzó a siete kilómetros de meta, luego el pinteño hizo el resto en solitario. Chris, contemporizando con un ojo en el potenciómetro, reguló de menos a más para remontar y llegar a solo medio minuto del líder de Tinkoff.
El español destacó tras vencer con tanta superioridad que simplemente se había probado. Un test que no le sirvió al día siguiente en las rampas de la Allanada. Froome activó el ‘molinillo’ a dos kilómetros y medio de meta, eternos para un Contador que perdió allí el liderato por apenas un par de segundos.
Estos fueron los hechos. Alberto Contador y Chris Froome al máximo ya desde el mes de febrero. A tope para evitar perder ese duelo personal en el que mutan las carreras en las que participan desde hace unos meses. El resto de ciclistas, como ya se intuyó con las importantes diferencias en Andalucía, siguen a años-luz. Solo Nairo Quintana y Vincenzo Nibali, vigentes vencedores de Giro y Tour, podrán estar a su altura en una Grande Boucle que se prevé apretadísima.
El año pasado, Contador y Froome trataron de evitarse al máximo antes del Tour de Francia. Coincidieron solo en la Volta a Catalunya y en la espectacular edición de Dauphiné, que curiosamente concluyeron sin el triunfo de ninguno de los dos. El Tour fue un fracaso para ambos, tras sufrir sendas caídas. Y en la Vuelta a España, Contador confirmó entonces su superioridad, si bien Froome luchó desde detrás hasta el final para minimizar distancias.
Este 2015, el desafío entre ambos se reedita, con más fuerza y ganas de revancha si cabe. Dos ciclistas tan distintos que enriquecen el lance para el espectador: Froome más frío, calculador, con un estilo poco ortopédico pero efectivo sobre la bicicleta; Contador más valiente, impulsivo sobre la bici que maneja con ese habitual bailoteo sobre los pedales. Los dos cada vez más ambiciosos.
Las carreteras andaluzas han sido la primera piedra de toque. Si todo va según lo previsto, no será la única. Es más, ya en Tirreno-Adriatico, desde el 11 de marzo, está señalado el segundo enfrentamiento, con el permiso de Nibali; y en la Volta a Catalunya en abril también estarán presentes ambos. Luego Contador apostará por reconquistar el Giro mientras Froome seguirá preparándose en las carreras de una semana. La cima y meta, el Tour de Francia en verano.
