Una de las esperanzas del deporte español, Carlos Alcaraz, ha vuelto de la lesión a gran nivel. Su primer paso para recuperar el número uno, uno de sus grandes objetivos, fue disputar el Argentina Open, un ATP 250 para coger sensaciones. Fue de maravilla. Su progresión fue escandalosa: venció en la primera ronda a Djere en tres sets y luego superó a Lajovic, Zapata y Cameron Norrie. Este último, número 12 del mundo, es un jugador capaz de ganar a cualquiera. Ayer no pudo con el murciano. Consiguió confirmar el título con uno de sus golpes favoritos: la dejada.
“Durante esos cuatro meses lo pasé mal y no hice las cosas correctas fuera de la pista, y me sentía un poco culpable tras la lesión. Luchar contra esto no es fácil. Venir aquí, mi primer torneo después de cuatro meses, y ganar el primer título desde el US Open es muy especial para mí”, aseguró el tenista. Cabe recordar que tiene 19 años. Exactamente nadie sabe qué hizo Alcaraz estos meses, pero con esas palabras demuestra que tiene una personalidad escandalosa. Ahora debe no volver a los errores de estos meses.
“No esperaba jugar a este nivel tan rápido. Me llevo muchas cosas positivas de aquí. Soy un chico competitivo, lo llego en la sangre y ha quedado demostrado”. El próximo campeonato que disputará es un ATP 500, en Río de Janeiro. Su primer escollo será Mateus Alves, un brasileño totalmente desconocido en el circuito. Ocupa, actualmente, el puesto 554 en el ránking.
Cabe recordar que Alcaraz ya ganó el año pasado en Brasil. Sorprende, por cierto, el cuadro que le espera en el país sudamericano: es muy similar a lo que se encontró en Argentina. De hecho, por su lado podría volver a batallar con varios de los jugadores a los que ha superado en Buenos Aires. Es probable que si llega a la final se tope, una vez más, con Norrie. Ya hay ganas de ver cómo progresa Alcaraz.
Imagen de cabecera: @ArgentinaOpen
