La 9ª jornada de Serie A dejó como siempre protagonistas, individuales y colectivos. Nombres propios que describen una jornada en la que la Roma se ha alzado con el liderato en detrimento de la Fiorentina, el Napoli sigue en racha imparable y el Bologna consiguió su primera victoria a domicilio. Cielo, purgatorio o infierno, allí llega el alma de los protagonistas de esta semana en la Divina Comedia del Calcio. Una jornada vista por Dante.
CIELO
Roma. Sin hacer mucho ruido y sin excesiva vistosidad, la Roma ha encontrado el rumbo en este inicio de Serie A y se ha aupado a la cabeza del campeonato. La convincente victoria en casa del anterior líder, la Fiorentina, fue el cuarto triunfo consecutivo de los giallorossi, entre los que las dudas se han disipado. Poderío.
Gonzalo Higuaín. Siete goles y dos asistencias en los últimos ocho partidos, incluido el gol del triunfo ante el Chievo.. Los números pueden bastar para definir la influencia de Higuaín en este Napoli, pero sirven más las sensaciones. Sarri señaló al Pipita como el hombre clave de su plantilla y la realidad lo está corroborando. Devastador.
PURGATORIO
Adam Masina. El joven lateral de origen marroquí es una de las escasas buenas noticias para el Bologna esta temporada. Tras destacar en Serie B, se ha consolidado como titular en el equipo felsineo con apenas 21 años. Por si fuera poco, contra el Carpi dio al Bologna su primer triunfo a domicilio con un gol en el descuento. Descubrimiento.
Francesco Lodi. Tras dos temporadas discretas entre el Genoa, el retorno efímero a Catania y el Parma, con dos descensos y una desaparición, el Udinese le rescató hace un mes cuando se encontraba sin equipo. Regista clásico, los friulanos no han perdido desde su llegada y consiguió los tres puntos frente al Frosinone con un libre directo. Guante.
INFIERNO
Mauro Icardi. El argentino ha comenzado la temporada de una manera totalmente desapercibida en el Inter. Icardi ha llegado a vestir el brazalete de capitán pero no ha ejercido como tal, ni por carácter ni por influencia. Apenas siete tiros en nueve partidos -con solo dos goles- simbolizan un inicio al ralentí. Ausente.
Verona. El equipo scaligiero no sale del infierno: pasan las jornadas y el conjunto de Mandorlini sigue siendo el único incapaz de ganar. Lo peor es la sensación de que no hay reacción de ningún tipo, ni por parte de los jugadores -la desidia en la goleada en Marassi fue total- ni del veterano técnico, cuyo puesto está en riesgo. Hundidos.