Entre los múltiples problemas de juego, estilo, actitud y resultados que asolan al Real Madrid en Liga, hay uno que destaca, especialmente a nivel mediático: el escaso nivel realizativo que están mostrando sus delanteros.
Los dos goles de Benzema, dos goles de Cristiano Ronaldo, dos tantos de Bale y uno de Mayoral dejan un bagaje general que se encuentra entre los peores ataques de Europa en los principales campeonatos ligueros, al nivel de equipos hundidos como el Benevento en Italia.
Dejando aparte las continuas lesiones de Gareth Bale, en las últimas temporadas ha quedado claro que la competición ideal para Ronaldo y Benzema nunca ha sido la Liga, sino la Champions: es en Europa donde portugués y francés, especialmente en las eliminatorias decisivas, han encontrado su pico de forma personal y de entendimiento colectivo. Ambos han sido piezas fundamentales e insustituibles en las tres últimas Copas de Europa del Real Madrid.
La causa de este problema podría encontrarse en la actitud y motivación de las dos estrellas del Real Madrid en los partidos de Liga, encontrándose más a gusto en Europa. Este es un argumento que daría lugar a una discusión interminable y probablemente sin una conclusión concreta sobre la viabilidad de su presencia en la plantilla.
Más allá de los motivos, el equipo blanco había encontrado casi siempre la compensación a esta situación en su segunda unidad en ataque. El año pasado se vio el mejor ejemplo, con el magnífico rendimiento de Álvaro Morata y James Rodríguez en la Liga, que terminó con el título madridista. Anteriormente, ese perfil también lo había cubierto de forma ideal el Chicharito Hernández.
Con la venta de ambos, lógica tanto por el precio ofrecido por ambos -más de 150 millones de euros- como por su descontento personal en la plantilla, el Real Madrid perdió esta valiosa unidad de apoyo. Lo peor es que no la ha sustituido apropiadamente.
Borja Mayoral, de retorno de su ‘Erasmus’ en Alemania, ha quedado como única alternativa en ataque y ni siquiera cuenta con la confianza de Zidane. Solo ha jugado un partido de titular -donde cuajó una magnífica actuación con un gol- y en seis de sus siete partidos desde el banquillo ni siquiera ha jugado más de 10 minutos.
En Bilbao se volvió a demostrar que, por ineficacia del actual Real Madrid en el campeonato de la regularidad, la Liga es casi misión imposible. Pero al club le debe servir para aprender que el fondo de armario es tan clave como los titulares indiscutibles, como las grandes estrellas. Y que para reforzarse, es primordial la llegada de otro delantero: de un nuevo perfil Chicharito.
You must be logged in to post a comment Login