Hay días que es mejor no levantarse de la cama. Tras la derrota del Manchester City ayer en Londres, que en palabras de Guardiola es un viaje horrible, se comenta que la Premier League está pensando en sancionar al conjunto del Etihad Stadium. La razón es simple: al parecer el club lleva años engañando a la competición con sus pagos. Las sanciones pueden ser gravísimas.
En pocos minutos, las redes se han llenado de comentarios que no confían en que las acusaciones terminen en medidas punitivas. Hay un vídeo muy famoso del equipo de abogados que posee el jeque. Todos salen de un juicio con más seguridad que Christian Bale en American Psycho. ¿Saldrá indemne el conjunto de Pep Guardiola? Veremos.
Lo que está claro es que lo que ocurre en el verde, cambiando de tema radicalmente, no está siendo suficientemente bueno. Y, como siempre, ya ni sorprende cómo los analistas mudan de piel como camaleones. «Quizás Haaland ha escogido mal yendo al City», aseguró Carragher ayer. Increíble: hace dos días se afirmaba con fervor que el noruego era el mejor futbolista de la historia. De hecho, los ingleses no han parado de comparar sus números con los de los mejores arietes de la Premier. Solo, no entiendo por qué, con los del 1992 hacia adelante. Parece ser que el balompié antes no valía para nada.
Decían que había hackeado la competición -si me permiten el anglicismo- y que el City iba a levantar el trofeo con la gorra. La realidad es que los cityzens han caído en la Carabao Cup y poco a poco se van alejando del liderato que posee el Arsenal. Los gunners sí que están mostrando en el campo esa ilusión, la gasolina para ser bueno en tu trabajo, que parece que ha perdido el City. Haaland no se ha equivocado. Está en el club perfecto para crecer. Aunque es probable que su primer trofeo liguero en Inglaterra tenga que esperar. Y más si hay sanciones.
Imagen de cabecera: @ManCity