El ‘dejen salir antes de entrar’ parecía que iba a ser un mantra en Valencia para este mercado de fichajes. Pero la llegada de Samu Castillejo se encargó de darle mayor nitidez a la fotografía. Nada ha cambiado en cuanto a la necesidad de vender. Nada. Lo de Guedes, Carlos Soler, Cillessen, Maxi Gómez e, incluso Gayà, sigue estando como prioridad para intentar disminuir los daños del balance 21/22, para tener liquidez, para subsanar un ‘Fair Play Financiero’ dañado de cara a la próxima temporada y, por ende, hacer hueco para inscribir nuevos futbolistas. Pero sí ha demostrado que, dentro de unos parámetros específicos dada la delicada situación económica de los de Mestalla, se puede fichar. Y se debe. Sobre todo para no perder el hilo de futbolistas que son interesantes para un Gattuso que ha caído de pie en el vestuario tras las dos primeras semanas de trabajo. Tenerlos atados para después no ir con prisas es el camino que están recorriendo la mayoría de clubes del fútbol español. También el Valencia. Si se tienen más oportunidades de mercado seguirán incorporando futbolistas teniendo claro lo que sigue siendo preeminencia para Peter Lim. Después, según vaya acercándose el momento del arranque, seguro que habrá salidas o fórmulas para que no haya problemas en inscribirlos. Y si no, que el máximo accionista arregle el desaguisado, que para eso es el máximo responsable de la gestión. Lo que está claro es que si te esperas a generar ese espacio en la masa salarial, es muy factible que te queden las migajas. Y el Valencia, tras 3 temporadas sin pisar Europa, ha de ser exigente como nunca para regresar a su naturaleza.
Son muchos los nombres vinculados a los de Mestalla que darían un salto de calidad en todas las partes del campo y en eso tiene que seguir peleando el propio entrenador (encargado de llamar y si hace falta seducir) y Miguel Ángel Corona, director de fútbol. Para muchos, la llegada de Castillejo ha sido decepcionante fruto del poco protagonismo en su última época milanista, para otros (entre los que me incluyo) obtener sin coste alguno de traspaso un jugador de 27 años, en una posición donde solo hay agujeros, conocedor de Gattuso y de una Liga donde brilló, es un acierto de manual. Por cierto, fue con el calabrés donde mayor rendimiento tuvo como ‘rossonero’.
El tiempo dirá, como siempre, si se dio en el clavo con el malagueño pero, teniendo muy presente lo explicado y cómo está el Valencia económicamente, no se puede hacer ascos a una operación así. De lo que no hay duda es que, tras el fichaje de Castillejo, se pueden fichar jugadores teniendo la necesidad de vender. Y así va a seguir siendo.
Foto cabecera: Valencia Club de Fútbol