Denis Suárez, uno de los activos más potentes del Celta -por no decir el que más- está cerca de que lo echen por sus negocios extradeportivos. Una salida por la puerta de atrás para un jugador que se merece lo mejor de parte de la ciudad olívica. Antes de nada, puntualizar que este artículo responde a mi mera opinión personal como aficionado al fútbol, pero sobre todo como celtista. Creo que a Carlos Mouriño no le caeré muy bien.
Para quien no recuerde cómo surgió todo, os pongo en contexto. El verano pasado, Brian Bugarín, un chico que destacaba en la categoría alevín del Celta, fue traspasado al Real Madrid después de que, supuestamente, su agencia de representación lo ofreciese a múltiples equipos de España. Es muy bueno, todos lo querían. En el club no sentó bien y calificaron a esta agencia como “subastadores de niños”, además de vetarla de cara al futuro. Esto significa que no firmarían ningún nuevo contrato con futbolistas representados por dicha agencia ni siquiera se renovarían los contratos de los futbolistas ya celestes que formaran parte de ella. Esto significaba conflictos con futbolistas tan importantes como Denis Suárez y Iago Aspas o las jóvenes promesas Gabri Veiga y Miguel Rodríguez. El presidente del Celta, Carlos Mouriño, fue muy tajante en ese sentido: no se harían excepciones.
Las conversaciones avanzaron y -supuestamente- se solucionó con todos menos con Denis, principalmente porque él es parte de la dirección de dicha agencia, o lo que viene siendo lo mismo, es uno de los dueños. Sus negocios extradeportivos chocaban directamente con las nuevas directrices de su club. Denis siempre se mostró proactivo a buscar una solución que contentase a ambas partes, un término medio, pues lo que tampoco puede pretender Mouriño es entrometerse en los asuntos personales de sus futbolistas, obviamente dentro de unos límites. No estamos hablando de un futbolista que se va de fiesta día sí y día también, estamos hablando de uno que tiene un negocio totalmente legal y lícito.
Por supuesto, Mouriño también está en su derecho, y bajo su responsabilidad, de vetar a la agencia de representación si lo considera oportuno, pero es que desde un punto de vista estratégico y de gestión del club, todo esto que está sucediendo con Denis no es positivo. Y como el culebrón termine con la salida de Denis hacia otro equipo va a ser peor todavía. Denis es el heredero del estandarte de mando del Celta una vez Iago Aspas no esté, que recordemos, no durará para siempre. Su responsabilidad crece más todavía con la marcha de Brais Méndez hacia la Real Sociedad y el tema Santi Mina, que sinceramente espero no volver a verlo vistiendo la camiseta del Celta.
Denis es un jugador de una calidad mayúscula, uno de esos que un equipo como el Celta no puede dejar ir así porque sí. El Barcelona, el Real Madrid o el Atelti, sí son equipos que pueden prescindir de Denis Suárez, el Celta definitivamente no. Carlos Mouriño y su directiva debería dar gracias al cielo por tener un futbolista así, no solo por su calidad, sino porque es un jugador comprometido y que ama este escudo y esta camiseta. Quiere quedarse y lo demuestra siempre que puede.
Recientemente, Denis habló para la Televisión Gallega y dejó algunas declaraciones muy directas: “Lo considero una situación injusta”. “Yo ya he ofrecido una solución al club, me he ofrecido a negociar sin intermediaros de por medio cuando otros jugadores han renovado y siguen vinculados a la agencia”. Este es un detalle muy importante y que no se sabía. Sigue: “La otra parte tiene que decir realmente por qué no se cuenta conmigo. Yo sigo entrenando, los compañeros están contentos conmigo, el míster cuenta conmigo”. Y aquí es donde entra una tercera figura en escena: “A través de Luis Campos me dijo que me iba a encontrar una solución, de momento no me han dicho nada más así que a día de hoy soy uno más”.
De las declaraciones de Denis me quedo con sus ganas de encontrar una solución y el detalle de que hay jugadores que han renovado sin desvincularse de la agencia. Si no es por la agencia, ¿Qué tiene Mouriño contra Denis? Algo no queda claro. Además, quiero destacar la figura de Luis Campos. Es alguien en quien, desde el club, se confía mucho. Se confía en su capacidad para formar un equipo ganador por lo que debemos tener esperanza de que quiera mantener a Denis. Con el presidente cerrado en banda y con ganas de regalar a Denis a cualquier precio, que Luis Campos sea proactivo en la renovación de su contrato es capital y seguramente juegue un papel muy importante de ser así.
Y luego está el tema de que es un canterano. Se dice mucho eso en el Celta y hay quien opina que los jugadores que hayan salido de la cantera no deben tener un trato especial. Estoy de acuerdo, pero con excepciones. Como presidente de un club fundamentalmente de cantera, uno de tus labores es dar ejemplo a los jóvenes y demostrarles que se puede. Se puede llegar arriba y el club te va a dar todos los medios para intentarlo. Además, debe demostrar que este club es el mejor sitio donde hacerlo, el mítico “como en casa en ningún sitio”. Tratando así a futbolistas que vinieron de abajo no da precisamente esa imagen, Sr. Presidente.
Como se dice en Vigo, Denis ‘é un dos nosos’ y sinceramente pienso que a Mouriño no le conviene esta guerra porque ya desde un principio sabe que no la va a ganar. Quizá Denis termine fuera del Celta y él complazca su antojo narcisista, pero su imagen quedaría muy dañada y perdería muchos apoyos, muchos más de los que ya ha perdido con esta estúpida disputa. A nadie le gustó la venta de Brian Bugarín, a quien ya calificaban como el nuevo Iago Aspas -como siempre, de manera precipitada-, pero perder a una promesa de la cantera no debe ser motivo de echar a uno de tus futbolistas más importantes, seguramente el que más después de Aspas. Y como dije antes, recordemos que Aspas no durará para siempre. Denis Suárez debe ser el heredero, aunque seguramente se le estén quitando las ganas con este panorama.
La afición está con Denis, eso lo tengo claro porque lo he visto de primera mano. Los últimos partidos en Balaídos eran un constante cántico de “Denis quédate”, y la imagen del jugador agradeciéndole a la grada de animación sus cánticos al término del último partido de liga me puso la piel de gallina. Pase lo que pase, Denis es un celtista más y eso también lo tengo claro. Eso sí, seré un rencoroso pero, aunque se quede, mi opinión sobre el presidente del Celta ya difícilmente puede cambiar. Está demostrando algunas cosas con las que, personalmente, no comulgo. Mouriño, recapacita. Después del escudo, Denis es lo más importante del club, antes mismo que el presidente. Al fin y al cabo, no es el presidente quien pelea los tres puntos cada fin de semana.
Imagen de cabecera: Denis Suárez
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