Mercedes revolucionó la Fórmula 1 montando un nuevo sistema de dirección en el segundo día de entrenamientos de pretemporada. Lo han denominado DAS (Sistema de dirección de doble eje). Sin previo aviso, sacaron a pista su Mercedes W11 con un innovador volante. Seguía teniendo la misma forma, pero los de Brackley han ido más allá y le han dado nuevos movimientos. En cualquier coche corriente, el volante sólo rota y con esta rotación se cambia la dirección del vehículo. Ocurría lo mismo en los monoplazas de Fórmula 1 hasta que los alemanes montaron su actualización para probarla en Montmeló.
Al ya nombrado giro hacia izquierda o derecha del volante, los ingenieros de Mercedes han decidido añadirle otro movimiento: desplazamiento paralelo al eje de giro. En otras palabras, el piloto tiene la posibilidad de acercarse o alejarse el volante. Con esta acción, consigue cambiar uno de los ángulos de las ruedas. En concreto, la alineación de estas respecto al eje de simetría del monoplaza.
¿Por qué quieren cambiar este ángulo? Los monoplazas no se comportan igual en recta y en curva, y para alcanzar la velocidad óptima se requieren configuraciones distintas. Hasta ahora, los equipos fijaban el ángulo de convergencia de las ruedas. Con este nuevo diseño, los pilotos de Mercedes tienen la posibilidad de cambiarlo. En recta interesa que las ruedas estén completamente paralelas, mientras que en curva conviene que las ruedas se orienten algo orientadas hacia el exterior.
La primera pregunta que uno se puede realizar al ver este mecanismo es: ¿por qué no lo activan electrónicamente? Pulsar un botón es mucho más fácil que tener al piloto moviendo el volante. Pues bien, la respuesta la encontramos en el reglamento. Según el artículo 10.4.2, la dirección asistida no puede ser controlada electrónicamente. Por eso, en Mercedes han optado por aprovechar un vacío legal: en ningún punto de la normativa pone que la dirección no se pueda controlar mecánicamente.
El sistema es legal. Así se lo ha comunicado la FIA a Mercedes en las múltiples consultas que los alemanes hicieron sobre él. Esto ha hecho que el resto de equipos pongan el grito en el cielo. Cuando un rival incorpora una actualización que le da ventaja quedan tres opciones; la primera es intentar copiarlo, con la respectiva inversión económica que supone; la segunda, buscar resquicios legales para que lo declaren ilegal: la tercera no es otra que resignarse si no tienes medios económicos para copiarlo y lo declaran legal.
Una de las cosas por las que siempre se ha conocido la Fórmula 1 es por su innovación en el mundo del automóvil, sobre todo en el siglo XX. Los avances en los monoplazas se podían trasladar después a los coches de calle. Con el avance de la tecnología, muchas de las actualizaciones implantadas en los Fórmula 1 no tienen su traducción a un automóvil corriente y desde hace algunos años la categoría está perdiendo su relación con los vehículos de calle.
La industria del automóvil pasa por un mal momento económico y las marcas no encuentran en la Fórmula 1 un lugar donde progresar. Se ha encarecido de tal modo que las marcas no consiguen sacar rédito a las altas inversiones que tienen que realizar.
Con lo que estamos viviendo ahora con el DAS podemos analizar cómo está el mercado actual de la Fórmula 1. Es un sistema innovador y parece que ayuda a los monoplazas en su paso por curva y por recta. El problema es que desarrollarlo tiene un coste económico importante y sólo aplicable para la competición. Los equipos van muy justos de presupuesto e invertir en este sistema es un sobrecoste no contabilizado. El DAS tendrá una corta vida, ya que el reglamento cambia para 2021 y este sistema será ilegal.
La categoría busca abaratar costes y en 2021 habrá límite presupuestario. Con este tope económico se busca obtener paridad. La competición estaba entrando en una crisis de forma algo lenta, pero continua. En el nuevo rumbo que se le quiere dar a la Fórmula 1, las grandes innovaciones de la ingeniería desaparecerán. Parece contraproducente que se haga esto, pero los dirigentes han decidido que es la mejor manera de hacer que el espectáculo perdure en el futuro.
Esto se verá de forma muy clara en 2021. La categoría ha sacado un reglamento con un monoplaza muy definido y no habrá cabida para grandes innovaciones en el diseño. Esto no quiere decir que los 20 monoplazas de la parrilla sean iguales, pero sí quiere decir que no veremos grandes innovaciones como la que ha hecho Mercedes con el DAS.
De este modo, se echa el freno a las actualizaciones espectaculares que se han visto en la Fórmula 1 a lo largo de sus 70 años de historia. Mercedes podrá disfrutar de su sistema durante 2020, pero deberá olvidarse de él para 2021. De este modo, se evita que los equipos gasten muchos recursos en intentar copiarlo. Es la nueva Fórmula 1 que tenemos, la que se priva de los avances tecnológicos para intentar conseguir paridad en la competición. A partir de 2021 veremos si se consigue igualar la competición o siguen ganando los mismos.
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