Tras años de mucha oscuridad, en McLaren han conseguido ver la luz al final del túnel. No ha sido nada fácil, pues el equipo había entrado en una espiral de malos resultados de la cual parecía muy difícil que saliera. El cambio a motor Renault pareció un punto de inflexión a principios de 2018, ya que empezaron a encadenar una serie de buenos resultados al inicio de temporada. Esto no fue más que un espejismo. Con el paso de las carreras, el rendimiento del MCL33 fue decayendo hasta acabar puntuando en sólo dos de las últimas nueve carreras.
Para 2019 se llevó a cabo una gran reestructuración del equipo que parece haber dado sus frutos. Zak Brown fichó a Andreas Seidl para ponerle al frente del equipo y colocaron en sus monoplazas a una dupla completamente nueva. Carlos Sainz y Lando Norris han sido vitales en este nuevo rumbo que necesitaba el equipo.
Nadie duda de que siempre es mejor tener en el equipo a un piloto de la talla de Fernando Alonso. Su experiencia y pilotaje dan un plus que no lo aporta un piloto recién llegado a la categoría. Pero cuando se junta un equipo en decadencia con uno de los mejores pilotos de la parrilla, el cual quiere luchar por los primeros puestos, se puede dar un efecto contraproducente. El español no podía esperar muchos años, ya que se encontraba en el final de su carrera. Por su parte, McLaren necesitaba tiempo para encauzar su rumbo. Siempre se quiere tener a un piloto con las características de Alonso, pero a los de Woking les ha venido muy bien seguir construyendo su futuro con Sainz y Norris. Ni qué decir tiene que Alonso y Vandoorne han aportado bastante al paso adelante que ha dado McLaren en esta última temporada. El equipo decidió sacrificar gran parte de 2018 para centrar sus esfuerzos en 2019. Y fueron los dos pilotos que ya no pertenecen al equipo los encargados de ir dando su feeling sobre los avances que estaba haciendo el equipo de cara a la siguiente temporada.
El trabajo previo realizado en 2018 más toda la savia nueva que ha llegado en 2019 han dado como fruto ver a McLaren cuarto en el Mundial de constructores. Además, de manera muy holgada, han aventajado al quinto equipo en más de 50 puntos a final de temporada. Para mayor disfrute de los de Woking, el quinto equipo fue Renault, su suministrador de motor. El paso adelante ha sido más que evidente.
Si Andreas Seidl ha liderado el rumbo del equipo en la fábrica, Carlos Sainz lo ha hecho en la pista. Sainz necesitaba a McLaren y McLaren necesitaba a Sainz. El español ha encontrado en este equipo un proyecto de futuro en el que se siente querido. Por su parte, el equipo ha encontrado un piloto joven, pero a la vez con mucha experiencia y ganas de liderar un proyecto que tiene como meta luchar por los primeros puestos.
Durante 2019, en McLaren han dejado de lado las palabras para centrarse en los hechos. Sin grandes promesas, solo se han centrado en conseguir el mejor resultado posible cada fin de semana. Nunca han llegado a ser los claros dominadores de la zona media, quizás en algún que otro Gran Premio, pero sí han conseguido ser el equipo más regular. Han puntuado en 16 de las 21 carreras de la temporada, registro que sólo está por detrás de los tres grandes.
Como premio, han tenido el podio en Brasil. McLaren no lograba terminar una carrera entre los tres primeros desde la primera de la era híbrida. Hay que remontarse hasta el Gran Premio de Australia de 2014 para ver un McLaren entre los tres primeros puestos. Este resultado vino en una carrera muy loca, pero fue un justo premio para un equipo que ha dado muchos pasos adelante en 2019.
Las esperanzas del equipo no serán muy altas para 2020. Saben que siguen estando muy lejos de los tres primeros equipos y que esta distancia es imposible de recortar en tan solo un año. Si consiguen cerrar algo más la brecha con los equipos punteros, manteniendo el cuarto puesto en constructores, y sumar algún podio más, será un magnífico año.
Para 2021 hay puestas mayores esperanzas. Cambian a motores Mercedes y esperan poder llegar a competir con los de arriba aprovechando el cambio de normativa. Para nada será fácil de conseguir. Tendrán que realizar mucho trabajo y dar con la tecla para materializar estos objetivos.
La gran diferencia con los años anteriores es que en McLaren pueden pensar en positivo. 2019 les ha dado un aire fresco que es vital para la recuperación de un equipo. Tras años de desesperación, ver la luz al final del túnel ha renovado las esperanzas del equipo. Pueden dejar de lado las palabras e ir con los números en la mano para demostrar su avance. El primer paso del resurgir del equipo lo han dado en la pasada temporada. Ahora, tocará ver si consiguen reflotar su rumbo hacia los primeros puestos en los próximos años.
Fórmula 1 | “En la vida hay que tratar de ser el mejor, pero nunca creer que uno es el mejor”, Juan Manuel Fangio | Fui editor en The Best F1, me puedes leer en Twitter en @F1_Directo
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