Todo comenzó a finales de la temporada 2014-15. En su segunda temporada en la Persian Gulf League el jovencísimo Esteghlal Khuzestan acaba la temporada en puesto de promoción de descenso. Volver a la Azadegan League entraba dentro de la lógica de un club modesto. Su mayor aspiración y objetivo era la permanencia. La victoria global por 3-0 sobre Mes Kerman le aseguraba una tercera temporada en la élite.
Unos fichajes de riesgo que llevarían al éxito
El club, una vez lograda la permanencia, decide remodelar por completo el equipo. La idea es la misma. Crear un grupo que pueda mantener a Esteghlal en primera división. Y la apuesta es arriesgada. Llegan hasta 14 jugadores de la segunda división nacional. Casi todos procedentes de Foolad Novin, filial del club que había logrado el título en la Azadegan League. Y con esos mimbres se afronta la temporada 2015-16.
Escasa experiencia en primera. Jugadores mayoritariamente de Khuzestan, la región donde juega Esteghlal. Y un objetivo claro, lograr la permanencia en primera. Salvando la temporada anterior en la promoción y con esa política de fichajes no se puede aspirar a más. Eso pensaban en las oficinas de Esteghlal Khuzestan.
Pero de la mano de Abdollah Veisi, en su tercera temporada en el club, las victorias comienzan a caer una tras otra. Los puntos que aseguran la permanencia se logran pronto. De hecho se acaba como campeón tras la primera vuelta. El club empieza a mirar hacia arriba. Se habla de clasificar para la AFC Champions League 2017. Hasta que se llega a la última jornada. Vencer a Zob Ahan le da el título a Esteghlal Khuzestan si Persepolis no vence de dos goles más de lo que lo haga el equipo de Veisi. Llega la victoria. Un 2-0 que acerca el título a Khuzestan. Persepolis también gana su partido. Pero solo por 2-1. Esteghlal Khuzestan acaba de lograr la mayor hazaña en el fútbol iraní en décadas.
NEZAR BALOUT (AFP/Getty Images)
Y el sueño sigue
Nadie esperaba que la temporada 2016-17 fuera igual que la del título. De hecho el objetivo vuelve a ser la salvación y hacer un papel digno en la Champions. Veisi se ha ido a Sepahan. Se hace cargo del equipo uno de sus ayudantes, Sirous Pourmousavi. Y las derrotas llegan nada más empezar. Se vuelve a la zona baja. El dinero se acaba y los pagos se retrasan. Pero la plantilla se mantiene firme. Llegan ofertas de los grandes del país. El bloque se mantiene y pocos son los que se marchan. Y es que la Champions se acerca.
Y el máximo torneo continental sirve de bálsamo. Con una plantilla que acumula dos meses sin cobrar se encadena una racha positiva en liga. La permanencia esta casi asegurada. Llega la Champions. Y una plantilla corta, con una escasa experiencia nacional y nula en Champions se comienza con victoria ante Al Fateh. Y no solo eso. En la segunda jornada se vence al futuro campeón de la Arabian Gulf League. Al Jazira también sufre el fútbol que sale de la ilusión y el compromiso de un puñado de jugadores que siguen haciendo historia. Esteghlal Khuzestan acaricia con las manos, tras solo dos partidos, seguir haciendo historia en Asia.