Carolina Marín sabe lo que es vivir una lucha constante. Contra
los elementos, contra el sistema, contra sus rivales y, por qué no, contra sí
misma (si analizamos el factor de superación que tanto le caracteriza). Retos,
objetivos, metas… Es concretamente en estos términos en los que se mide la
carrera de esta onubense de 25 años que, ahora que se encontraba en el punto
más álgido de su carrera, tiene que enfrentarse al que quizás sea el mayor (e
inesperado) reto de su trayectoria profesional.
Pionera en un deporte minoritario (en España) como es el
bádminton, Marín siempre ha sabido hacer frente a los diferentes obstáculos y
barreras que el destino ha querido ir poniendo en su camino. Esta vez es el
ligamento cruzado de su rodilla derecha el que se interpone en su trayectoria
hacia un nuevo título en su carrera. La onubense tuvo que abandonar la final
del Masters de Indonesia cuando ganaba por 10-3 a la jugadora india Saina
Nehwal. Una mala postura al apoyar todo su peso sobre la pierna derecha tras un
remate provocó la lesión y posterior retirada. Asimismo, cómo no, dicha lesión supuso
que saltaran todas las alarmas en relación al futuro de la jugadora.
Si bien es cierto, tras ser intervenida en la clínica de CEMTRO de
Madrid, la jugadora ha asegurado que la operación ha salido a la perfección y
que estará en las pistas muy pronto. Todo es cuestión de tiempo. Tiempo para
recuperarse, para poder entrenar y para poder estar en uno de sus objetivos más
cercanos: el Mundial de Basilea (Suiza). Siete meses son los que tendrá la
onubense para pasar por dichas etapas y para poder acudir a un campeonato en el
que ya cosecha tres metales de oro (Copenhague 2014, Yakarta 2015 y Nankín
2018). Una hazaña que la convierte en la primera mujer en lograr tres
Mundiales.
Así pues, tras este infortunio, la actual campeona olímpica (Río
de Janeiro 2016), del Mundo y de Europa (hay que tener en cuenta que en su
palmarés relucen cuatro oros en Europeos) deberá sopesar cuáles son sus
opciones de cara al Mundial y si merece la pena acudir o focalizar todos sus
esfuerzos, energías y miras sólo en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio
2020. Así lo ha asegurado en declaraciones ofrecidas tras la operación. Sólo
acudirá al Mundial de Basilea si está “sana y al cien por cien para ganar”. De
lo contrario, participar sería una manera de arruinar su posible segundo oro
olímpico.
De este modo, Carolina Marín afronta ahora la que será la batalla
más complicada de su carrera. Una “grave lesión”, definida así por el jefe de
Servicios de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Quirón San José,
que, irremediablemente, se ha convertido en un punto de inflexión en la
meteórica carrera de esta ejemplar deportista. Garra, tesón y esfuerzo
caracterizan a una Carolina Marín que ya, horas después de la operación, pone
su mente en una pronta recuperación y, cómo no, en una imparable vuelta a las
pistas. Como ella misma comentaba en Twitter: “Toca prepararse para la batalla
más difícil, pero no tengo dudas de que volveré más fuerte”. ¡Ánimo, Carolina!
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