12 de mayo de 2013, Gran Premio de España y última victoria de Fernando Alonso en la Fórmula 1. Han pasado cinco años desde la última vez que el español de McLaren, por aquel entonces en Ferrari, subió a lo más alto del podio en el campeonato. Cinco años en los que el bicampeón del mundo no ha perdido su nombre en la categoría, pero sí mucho tiempo en su lucha por conseguir un tercer título. Tras un 2014 nefasto de Ferrari, y con la relación bastante rota con los de Maranello, Fernando decidió emprender una segunda aventura con McLaren. El tiro le salió por la culata: la alianza con Honda ha sido uno de los mayores desastres de la Fórmula 1 moderna.
El resultado global de toda esta situación es que, desde el Gran Premio de España de 2013, Alonso no ha vuelto a saborear el champán en lo más alto del podio en la Fórmula 1. Desde 2012 no lucha por ganar un título, y los años no pasan en balde. El español tiene 36 años y su tiempo en la categoría empieza a llegar a su final. A pesar de su edad, es indiscutible que es uno de los pilotos con más talento de la parrilla, pero sus oportunidades para volver a subir a lo más alto del podio son escasas. McLaren no tiene un monoplaza ganador, y el motor Renault está un paso por detrás del Mercedes y Ferrari.
El objetivo número uno del piloto asturiano sigue siendo la Fórmula 1, pero cada vez empieza a mirar con mejores ojos a otras categorías del automovilismo. En los últimos doce meses, ha competido en la IndyCar, las 24h de Daytona y va a hacer la temporada completa del WEC, campeonato donde ha ganado en la primera carrera que ha disputado.
Viendo el panorama en el que se encuentra Fernando, no sería de extrañar que la victoria en 2013 sea la última. McLaren no parece tener un proyecto con opciones de ganar a corto plazo y la puerta en los equipos punteros la tiene cerrada. La realidad es que ni Mercedes ni Ferrari necesitan a Alonso, por lo que la probabilidad de que vuelva a ganar un Gran Premio es muy baja. La de luchar por un campeonato del mundo es ínfima.
Al asturiano puede que le queden dos o tres años en la máxima categoría, o puede que decida dar completamente el salto a otras competiciones al final del presente año, pero la triste realidad para él es que sus opciones en Fórmula 1 son casi inexistentes. Es obvio que el español lo dará todo para volver a luchar por un campeonato, y que hará todo lo que esté en su mano para tener un coche ganador. Su problema es que tiene muy poco margen de maniobra porque no depende de él el tener un coche puntero. Con 36 años, no le queda mucho tiempo ni para esperar, ni para probar nuevas opciones. De momento, el Gran Premio de España sigue siendo su última victoria en Fórmula 1.
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