Todos creen. El Atlético de Madrid se sumergió en el particular credo de su entrenador, Diego Simeone, quien mañana sabrá cuál es su destino final en la Champions League: la posibilidad de salir como algo más que un héroe o quedarse con la figura de un técnico estigmatizado.
Simeone comenzó a jugar la vuelta de las semifinales de la Champions League un minuto después de caer 3-0 en la ida ante el Real Madrid. Primero, les dijo a sus chicos que quien no creyera en la remontada se bajase del barco. Y segundo, en rueda de prensa ofreció sus argumentos, casi esotéricos, para propiciar el vuelco.
«El partido contra el Madrid será imposible para muchos, para nosotros no«, dijo. Es es el nuevo mantra rojiblanco. No se sabe si es imposible remontar un 3-0 ante el Real Madrid, pero lo que sí es cierto es que a los blancos nunca le ganaron una eliminatoria defendiendo semejante renta. La distancia mostrada por ambos conjuntos en la ida se asemejó a lo reflejado en el marcador.
LEER MÁS: Simeone en Casa(roji)blanca
Pero el Atlético cree. Como viene haciendo desde el 23 de diciembre de 2011, cuando Simeone se convirtió en el nuevo entrenador rojiblanco. Una Liga española ganada y dos finales de Liga de Campeones permitieron que el club del sur de Madrid llenarse de una autoestima que hasta entonces le faltaba.
Ya casi ni hace falta que Simeone arengue a sus masas, como demostraron los hinchas rojiblancos que acudieron al Santiago Bernabéu el pasado martes. Todos ellos se quedaron en el estadio cantando y alentando a su equipo a pesar de goleada sufrida.
El sábado se vivió algo parecido. Ganó 1-0 al Éibar tras un partido muy discreto y al finalizar toda la afición se quedó en sus asientos para pedir a sus jugadores que salieran al campo de nuevo y recibir una ovación de aliento para lo que viene.
«Nos enfrentamos al mejor equipo del mundo, pero creo que se puede. Si no fuese así, no lo diría. Si estamos todos juntos y entendemos que esto es una semifinal de Copa en nuestra casa, tendremos nuestras opciones», aseguró Simeone.
Si el Atlético logra la proeza de remontada, Simeone irá todavía más allá de la imagen casi divina que de él tienen sus seguidores. Pero también está la otra parte, la posibilidad de que ocurra lo que la lógica pura sugiere, que es la clasificación del Real Madrid.
Si esto sucede, será el cuarto año consecutivo en el que Simeone y el Atlético caen ante los blancos, contando las finales de 2014 y 2016, más los cuartos de final de 2015 decididos con un gol del mexicano Javier «Chicharito» Hernández en los minutos finales del encuentro de vuelta.
Si la lógica se impone, se dirá que Simeone no encuentra antídoto contra los blancos, y más después de las críticas recibidas por su planteamiento del partido del pasado martes. Pero, por lo pronto, el entrenador argentino y sus hinchas defienden su derecho a soñar y se aferran al lema de «Nunca dejes de creer», algo que ya es diferente respecto al Atlético «pre-Simeone». Eso ya es una conquista en sí misma.