En el mundo hay dos tipos de personas: los lobos y los corderos, los que se elevan y los que se inclinan, los salvados y los perdidos, los que piensan y los que actúan. Higuaín, es el lobo con piel de cordero, el eterno inclinado que se eleva, el náufrago que sobrevive y el que sin pensar, actúa. Así ha sobrevivido este villano en un mundo de héroes. Y así le ha valido para ponderarse como el hombre al que toda una ciudad se aferra, un aliento de vida ligado al gol, sobre sus piernas recae la pasmosa facilidad para pasar de la fascinación al rechazo, de caer en el espejismo del asombro o ser injustamente cruel.
Injustamente cruel, así fue. El penalti fallado contra la Lazio y por ende la nula probabilidad de ser equipo de Champions League hizo que se fuera cruel con el mismo hombre que abría el cuento. «¿El penalti fallado contra la Lazio en Mayo? No lo he pensado, pienso en el futuro. Me he quedado para devolver al Napoli a la Copa de Europa»
Higuaín en Serie A:
Temporada 13/14: 17 goles en 32 partidos
Temporada 14/15: 18 goles en 37 partidos
Temporada 15/1&: 15 goles en 17 partidos
Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida. Esos son los imprescindibles. Y así lo es. Gonzalo Higuaín, a día de hoy, es imprescindible para que el proyecto de Maurízio Sarri carbure. Es el mejor delantero de la Serie A y sus números así lo atestiguan. Capocanonnieri de la Serie A con 15 tantos, es un animal de área. En Nápoles, nunca lo habían visto tan bien, Gonzalo está asentado, hoy trabaja más que nunca y sale casi a gol por partido. Cuando el equipo le ha necesitado, nunca se ha escondido y siempre ha respondido. El equipo está a 2 puntos del líder. Gonzalo está confiado y aún puede mejorar o así lo piensa su entrenador y pensador, Maurizio Sarri.
Sarri: entrenador, pensador e influencia
«Higuaín es devastador en algunas fases del partido. Para mí es el 9 más fuerte del mundo. Le digo que debe ser devastador durante los 90 minutos» afirma el técnico napolitano. Desde el entorno del jugador, también han salido declaraciones que así lo afirman. Agente de Higuaín (Nicolás): «Sarri se mete en la cabeza de Gonzalo como ningún entrenador lo había hecho. Es el año justo por el Scudetto. Gonzalo está haciendo las cosas bien y esto es mérito de Sarri» Y hasta el propio jugador lo confirma: «Tengo muy buena relación con Sarri. Desde el primer día, estuvo atento conmigo y me ha hecho sentir muy importante. Me siento bien física y psicológicamente. Estoy feliz y no quiero parar»
Sarri es curioso, fumador empedernido, se mantiene fiel al chándal. Es intelecto puro y entre partido y partido le dedica tiempo a la lectura, a sus lecturas de Bukowski y Vargas Llosa y a sus jornadas maratonianas. «Podía estudiar tácticas 13 horas al día» reconoce. Entre tanto pensar, se sumerge en las profundidades del pensamiento, en el análisis y la búsqueda de respuestas, se regocija en los vaivenes de la imaginación y de lo posible. Sarri le exige a Higuaín, quiere y desea un resultado, hacer la idea cuerpo, plasmar el resultado sobre el verde. Un delantero devastador durante 90 minutos. Conseguir un arma letal.
Los 200 goles de Gonzalo Higuaín en su carrera deportiva a nivel de clubes.
Higuaín es la acción. Desde Mayo está pensando en este momento. Se ha sacrificado y lo asume. En tiempos pasados, Higuaín pensaba y escribía, ahora con Sarri, actúa. Toda la ciudad se aferra a un argentino y no es la primera vez. Ni el pensar puede estar separado del actuar ni el actuar del pensar, como la mente y el cuerpo no están separados uno del otro. La acción expresa el pensamiento, el pensamiento tiene en su origen un mundo de cosas. Sarri es un mundo de cosas, el origen. Higuaín es la acción, el gol y la determinación, el final. En definitiva y sin sospecharlo, para alegría de todos, cada uno de los dos se ha convertido en esclavo del otro.