Sorteos, colas interminables y reventa. En estos días, en Madrid se vive una auténtica locura motivada por la llegada inminente de una final que nadie se quiere perder. Tanto los aficionados del Real Madrid como los del Atlético de Madrid están buscando un pedazo de papel que les permita asistir a la final de la UEFA Champions League que se disputará el próximo 28 de mayo en un escenario majestuoso como es el Estadio de San Siro, en Milán.
A esta locura colectiva que significa ir a la caza de una entrada, se unen los precios. Los oficiales van desde los 40 euros, la más económica, hasta los 440 euros de la más cara, con precios intermedios de 160 y 320 euros. Sin embargo, hay que recordar que de los 80.000 puestos que tiene el estadio de San Siro, la UEFA ha otorgado unas 21.000 entradas a cada club pero no todas han sido puestas a disposición de los socios. El Real Madrid puso a disposición del Área Social 16.350 entradas mientras que el Atlético destinó 15.325 a sus socios. Con estos números y este reparto, no es difícil llegar a la conclusión que serán muchos los aficionados que recurrirán a la reventa y es ahí donde se disparan los precios.
Analizando una web de reventa legal como Ticketbis.com, la entrada más barata para la final de Champions se vende en estos momentos a partir de 1.525 euros, si bien los precios en la página no dejan de cambiar. A día de hoy, hasta el momento, el precio medio es de 2.299 euros mientras que la entrada más cara ha sido de 6611 euros, si bien esta cifra se queda muy lejos de los 11.237€ que pagó un seguidor húngaro por una entrada VIP en la final del año pasado en Berlín entre el FC Barcelona y la Juventus.
Si comparamos los precios para la final de 2016 con la de hace dos años en Lisboa, también disputada entre Real Madrid y Atlético, el precio medio ha aumentado en un 40% si bien, curiosamente, el precio más alto fue mayor en 2014 con respecto al de esta edición.
Para los aficionados merengues y colchoneros será toda una odisea asistir a la final de San Siro y no desfallecer en el intento. Suerte a ambos… y que gane el mejor.
