Los clubes de la Premier League gastaron 250,5 millones de euros en la ventana de fichajes de enero, lo que permitió a la cuna del fútbol adelantar a China en la frenética carrera de compras en la que están envueltos. Según las cifras ofrecidas por la consultora Deloitte, el mercado invernal europeo llevó la cifra total de gasto de la temporada en Inglaterra a un récord de 1.620 millones de euros.
Tomando sólo la ventana de enero, la cifra invertida por los equipos de la primera división es la segunda más alta registrada en la Premier. Pese a ello, los clubes obtuvieron por primera vez un beneficio neto de 47 millones de euros. Los gastos del último día de la ventana llegaron hasta los 70 millones, la cifra más alta desde 2011 y la segunda mayor de la historia.
No fueron, sin embargo, los equipos más poderosos los que sacudieron el mercado en enero. Los clubes que ocupan los seis últimos puestos gastaron 128,6 millones, por encima del 50 por ciento. El Southampton, por ejemplo, invirtió 16,5 millones de euros en fichar a Manolo Gabbiadini, proveniente del Napoli, mientras que el humilde Burnley batió un récord en la historia del club al pagar 15,2 millones al Norwich para hacerse con los servicios de Robbie Brady.
Sin embargo, también hubo partidas importantes en la Premier como las de Oscar, Dimitri Payet, Odion Ighalo y Memphis Depay, lo que ayudó a registrar un superávit global. «Como ocurrió el año pasado, son los clubes de la parte baja de la clasificación los que han impulsado los gastos en enero en un intento por lograr la salvación», evaluó Dan Jones, del sector de Negocios Deportivos de Deloitte. No obstante, la ofensiva Superliga china, que hasta ahora gastó unos 200 millones de euros podría recuperar la iniciativa, ya que su periodo de fichajes está abierto aún hasta el 28 de febrero.
En cualquier caso, la intervención de la Federación China de Fútbol, que rebajó de cuatro a tres el número de extranjeros que permitirá a la vez sobre la cancha, frenó las ansias adquisitivas de los generosos clubes asiáticos, que sólo en 2016 gastaron ya unos 540 millones de euros en jugadores foráneos. El traspaso más caro del invierno se lo apuntó el Shanghai SIPG, que compró al brasileño Oscar al Chelsea por 60 millones de euros y pagará al jugador 417.000 euros netos a la semana, según reportes de prensa.
«Es una locura», se quejó el presidente del Bayern de Múnich, Uli Hoeness. Pero su compatriota y exfutbolista Stefan Effenberg lo ve de otra manera: «No es una locura. Es así cuando un país quiere tener un papel en el fútbol internacional». Hace tiempo también que el Paris Saint-Germain quiere abrirse un lugar en la élite, así que no sorprende que el segundo traspaso más caro del mes fuera su adquisición al Wolfsburgo del del alemán Julian Draxler por 40 millones de euros.
Detrás se ubica el fichaje del brasileño Gabriel Jesus por el Manchester City (32 millones), único de los grandes de la Premier que hizo algún movimiento significativo en el mercado. El motivo por el que el gasto proviene sobre todo del fondo de la tabla está claro: solo permaneciendo en la Premier podrán acceder a los beneficios de la estratosférica suma de 9.700 millones de euros que los clubes de la Premier reciben desde esta temporada y a lo largo de tres más por los derechos de televisión.