Los inicios convulsos suelen desembocar en momentos de tranquilidad. Es esta calma la que parece estar viviendo en estos momento Gerard Piqué. Con la llegada de Luis Enrique al FC Barcelona, el defensa azulgrana parece que tuvo que habituarse al cambio para volver a dejar destellos de calidad. Su aparente desconcentración sobre el césped le pasó factura en las primeras jornadas de la temporada, y hasta fue ‘castigado’ sin jugar por su entrenador en numerosas ocasiones.
Una vez pasado el inicio, con un equipo más asentado y en ascendente mejoría, las cosas parecen estar cambiando para Piqué. Lejos quedan las llamadas de atención y las quejas por no poder ver al mejor Piqué. El defensa ha cambiado, ha recuperado sensaciones, y se ha convertido en el líder de la zaga culé. Al menos, en el partido de anoche ante el Atlético de Madrid en el Camp Nou dejó muestras de ello.
La ascendente progresión de Piqué se vio reflejada ayer tras recuperar hasta catorce balones, que bien podrían haber acabado en gol en contra. Los rojiblancos se acercaban peligrosamente a la portería, pero el equipo parecía respirar tranquilidad con el mejor Piqué en la defensa. Atrás quedan los errores al inicio de temporada. Ahora miramos expectantes el buen hacer del defensa culé, mucho más cómodo y seguro sobre el terreno de juego.
Este es el mejor Piqué. Aquel que hace posible que el FC Barcelona tenga una de las mejores defensas del mundo. Los números hablan por sí solos. Luis Enrique puede presumir de ser el director de orquesta de uno de los equipos menos goleados de la temporada, pues sólo suma nueve goles encajados y ha mantenido hasta en 19 ocasiones la portería a cero en todas las competiciones en las que participa.
El Barça ha recuperado ese espíritu defensivo que tanto se echaba en falta, al mismo son que Piqué ha vuelto al mundo real, para convertirse en el absoluto líder de la zaga culé.