En Birmingham tenían ganas de hacer cosas grandes, de vivir un cambio significativo que les acercara de nuevo a las altas cotas que habían frecuentado en el pasado. A escondidas, de noche, lanzaron una piedra contra la ventana de Unai Emery y le convencieron para que saliera por la misma y se escapara con ellos. Desde su aterrizaje en Villa Park, el Aston Villa solo ha recibido buenas noticias.
En su primer curso como maestro de ceremonias, Emery clasificó a su equipo para la Conference League e ilusionó en la misma hasta que el Olympiacos de Mendilibar, ganador de la edición, les eliminó. La ambición del técnico de Hondarribia no dejó de aumentar; la pasada temporada concluyó en posición Champions para regresar a la máxima competición continental 41 años después.
Este miércoles, visita el Parque de los Príncipes, para disputar la ida de los cuartos de final del torneo europeo. El PSG de Luis Enrique, un equipo de autor que ha sabido brillar en ausencia de las que eran sus estrellas, llega a la cita con la máxima tranquilidad y las vacaciones pagadas tras proclamarse campeón de la Ligue1. No lo tendrán fácil los villanos pero, si algo nos ha enseñado Doña Champions, es que no hay nada que se pueda dar por sentado.
Los de Emery llegarán, con todas las diferencias, con la moral por las nubes y sin ninguna intención de sentirse inferiores ante el cartel parisino. Suman siete victorias consecutivas en competiciones oficiales y este fin de semana han firmado una importante victoria ante el Forest, siendo el único equipo de los seis primeros de la tabla, en una jornada marcada por los tropiezos, que ha sumado los tres puntos para seguir en la emocionante lucha por una plaza europea.
A la misma vez, el Aston Villa también tiene como vitamina su posibilidad de volver a levantar un título. Algo que no consigue desde que alcanzaron la Copa de la Liga inglesa en 1996. Con Unai, parece estar más cerca. Tras la eliminatoria de Champions, llegarán las semifinales de la FA Cup, donde tendrá como rival al Crystal Palace; justamente el último equipo que ha logrado vencer a los de Emery.
Con todas las miradas puestas a sus retos, que no son pocos, el discurso del Aston Villa pasa por ser un equipo muy completo, que busca incomodar al rival desde la combinación de sus posibilidades; fruto del extenso libreto del técnico español. También por el inmediato rendimiento de las últimas piezas llegadas del mercado de invierno, que han dado un nuevo impulso al conjunto. Marco Asensio y Marcus Rashford han puesto los números encima de la mesa; 8 goles y 1 asistencia para el español y 3 goles y 4 asistencias para el futbolista inglés. Con Emery, este equipo es también un espacio para reivindicarse y cambiar la trayectoria de un destino al que algunos decidieron no doblegarse. Nadie se conforma en Birmingham. Los villanos quieren seguir implantando su rebeldía ante los héroes de siempre.