El Betis es uno de los equipos más en forma de toda Europa en lo que llevamos de temporada. El único de La Liga que todavía sigue vivo en tres competiciones y con la posibilidad abierta de levantar tanto el título copero como un trofeo continental. En este sentido, la exigencia obliga a los verdiblancos a no dejar de moverse en el mercado en ningún momento y ya se ha publicado en todos los medios, siempre a la espera de la confirmación oficial por parte del club, que Antonio Cordón ya ha cerrado al 100% y como agente libre a Luiz Felipe, el central de la Lazio.
El italobrasileño es un central con unas dotes técnicas ciertamente por encima de la media. Un defensor que asume la responsabilidad en la salida de pelota, que tiene un muy buen primer pase vertical para superar la línea de presión inicial que planteen los rivales y es un activo muy importante para que su equipo pueda progresar junto desde atrás de manera asociativa.
Diestro y acostumbrado a jugar en ese mismo perfil —de hecho, se afianzó con Simone Inzaghi en una línea defensiva de tres centrales— Luiz Felipe aún se muestra menos sólido de lo que debería sin actuar al lado de otros dos defensores centrales. Además, esta Lazio de Sarri tan inconstante, que no presiona bien en campo rival cuando pierde la pelota, le obliga muchas veces a tener que defender muchos metros a campo abierto en pleno retorno defensivo.
Alto (1,87m) pero con cintura, Luiz Felipe es un defensor con un amplio margen de mejora a la hora de cerrar el área e imponer su físico en los duelos aéreos y choques, sin embargo, y a pesar de algunos fallos de concentración ocasionales, sí es un central agresivo cuando le toca actuar lejos de su portería. De vocación anticipadora, con una capacidad muy reseñable para corregir desplazándose hacia el costado e ir al suelo y con lectura y calidad defensiva para meter el pie y tapar los remates de los rivales tanto en la frontal como en situaciones de último hombre.
Todo indica que la llegada del zaguero paulista vendrá a ocupar la salida de Marc Bartra, que tiene 31 años, por los 24 del italobrasileño, y acaba contrato en 2023. A pesar de ello, el catalán, tras una temporada pasada bastante gris y con varios errores de bulto, está rayando a un nivel notable cada vez que le está tocando participar durante el presente curso, gracias a sus virtudes —sobre todo la anticipación, la capacidad de corrección y la velocidad (seguramente el campo en el que más destaca respecto a Luiz Felipe dentro de la gran similitud entre ambos)— y a una mejor gestión de sus defectos, ya que, por ejemplo, se está mostrando muy sobrio defendiendo el área y muy lúcido para evitar sustos en la última instancia de muchos ataques rivales.
Si comparamos estadísticamente a ambos centrales, tomando en consideración los últimos 365 días, nos encontramos con que Bartra es un central que genera más peligro en el área rival en acciones a balón parado y que es más proactivo para descolgarse hacia delante, con mejores números despejando la pelota de las inmediaciones de su portero y más atlético desde el salto. Por su parte, Luiz Felipe es más seguro desde el pase, es un fantástico bloqueador de remates debido a su colocación, a su intuición y a su mayor templanza en ese tipo de situaciones críticas.
En definitiva, el Betis hace un movimiento interesante con el fichaje de Luiz Felipe. Un central con proyección para mejorar aunque se haya estancado durante las últimas temporadas, que encaja por sus virtudes con balón dentro del ecosistema de juego de La Liga y de Pellegrini, mientras que sin la pelota seguramente se sentirá menos expuesto de lo que lo está haciendo ahora con Sarri como entrenador, gracias a la equilibrada estructura táctica del chileno. Sin embargo, aún necesita jugar al lado de un central más dominante, solvente y conservador desde lo posicional para rendir al máximo de sus capacidades y, al menos actualmente, tampoco supone una mejoría muy palpable o notoria respecto a lo que está aportando Bartra al equipo.
Imagen de cabecera: SS Lazio