La Federación Internacional de Tenis (ITF, sus siglas en inglés) ha publicado el resumen de los controles antidopaje realizados durante el año 2016 en el circuito profesional. Dentro y fuera de las pistas, en Grand Slam y competiciones ATP, WTA e ITF. En total, se han realizado casi 5.000 controles tanto de sangre como de orina dentro y fuera de la competición a 1.080 tenistas: 4,5 controles de media por raqueta en 2016.
Durante la competición se realizan muchos más controles de orina (1.987) que de sangre (420) y fuera de la competición justo al revés (629 por 1.863). Excepto controles de sangre en competición, en el resto de facetas se analiza con mayor frecuencia el circuito masculino que el femenino, como demuestra los resultados finales: en total2.684 test a ellos y 2.215 a ellas.
Si centramos la vista en los nombres, destacan varios datos. Por ejemplo, María Sharapova suspendida desde enero de 2016 por un positivo por Meldonium en el Open de Australia, ha sido requerida más de siete veces en casa en 2016 para pasar un control antidopaje.
En una lista con 1.080 raquetas, destacan 28, tanto hombres como mujeres, que han pasado más de 14 controles a lo largo del año. Murray, Djokovic, Raonic, Nshikori, Wawrinka, Thiem o Sock entre los hombres. Cibulkova, Muguruza, Keys, Safarova o Wozniacki entre las chicas.
Rafa Nadal, si bien recibió más de siete visitas en casa, en competición no tuvo que pasar más de tres controles en todo el año. Por su parte Federer, pese a estar la mitad del año fuera del circuito, superó seis controles en competición y más de siete fuera de las pistas.
La campeona olímpica, Mónica Puig fue exigida en competición al menos siete veces, sin embargo fuera de pista no recibió más de tres visitas. Y la campeona de dos Grand Slams (Australia y Nueva York) y gran sensación del año, Angelique Kerber tuvo una gran relación con los controles anti-dopaje. Hasta seis en competición y más de siete visitas fuera de pista.