Este fin de semana se disputa el derbi vasco, un nuevo enfrentamiento entre Athletic de Bilbao y Real Sociedad. Uno de los grandes derbi de España por afición, rivalidad y historia que siempre te deja con ganas de más. Derbi que enfrenta a los históricos de Vizcaya y Guipúzcoa que durante un largo período de años concibieron la misma forma de entender el fútbol. Curiosos y peculiares en todo el panorama mundial. Ambos compartieron la misma filosofía institucional por muchos años de historia. Hasta los finales de los 80′, ambos utilizaban jugadores únicamente salidos de la cantera. La Real fue la pionera en romper la tradición y comenzó a fichar jugadores de fuera, mientras que el Athletic, se mantuvo sí y no, amplió el término de la cantera hasta Euskal Herría lo que conllevaba a que cualquier futbolista nacido allí podía jugar en el Athletic. Sin embargo, a estas alturas, la gran mayoría de sendas plantillas provienen desde abajo. Clubes que cuidan con sumo cuidado a los más jóvenes pues bien así han crecido a lo largo de los años.
No solo por eso son peculiares. El Athletic es el único superviviente junto a Barcelona y Real Madrid que no conoce la Segunda División. Desde su fundación se ha albergado en la máxima competición. La Real, en cambio, si conoce la Segunda División, así lo ha hecho en 16 temporadas a lo largo de su historia, la última durante el período 2007-2010 pero no conoce las raíces del infierno y es que nunca ha bajado más a bajo de Segunda.
Desde 1929, año de celebración del primer derbi vasco hasta la actualidad se han jugado una infinidad de partidos cargados de alta tensión, con unas aficiones más bien sin tensiones que se han respetado y han mostrado buen trato el uno a los otros en diferencia de otras rivalidades. Pero en especial, merece ser rescatado el derbi de 1976, con un resultado abultado, el luminoso no fue lo más recordado y sí la salida al campo por parte de los dos equipos, un derbi cargado de simbolismo.
5 de Diciembre de 1976
Para situarnos en el contexto, hace falta mencionar, la muerte y por ende sucesión del general Francisco Franco. En España se imponía la monarquía de los Borbones con la figura de Juan Carlos I. Rescatamos unas líneas de Quique Peinado en su Futbolistas de Izquierdas: «Partido de Liga española, derbi vasco. Real Sociedad vs Athletic Club. Atotxa como escenario. La muerte del dictador Franco reciente, el bloque fascista apelando al continuismo mientras los olvidados, perseguidos y asesinados ansiaban la ruptura democrática. Y entre medias, la Transición. Y entre medias, el estadio de Atotxa en San Sebastián, donde jugaba de local la Real, y un partido de fútbol que poco parecía tener que ver con todo aquello.»
En el plano futbolístico, los rojiblancos tenían entre sus filas a jugadores como Iríbar, Irureta, Rojo o Churruca; los blanquiazules, a Arconada, Idígoras, Satrústegui o López Ufarte. La Real era quinta; el Athletic, décimo, aunque a sólo tres puntos. El partido se presentaba vibrante.
Los dos conjuntos decidieron salir a la vez al terreno de juego, algo impensable por aquel entonces. Unánimes en la decisión, lo hicieron con la ikurriña vasca entre medias. En pleno proceso de la Dictadura hacia la Transición, aún era una bandera ilegal y prohibida –y por ello usada por ETA para asesinar-. Lucirla aún podía ser motivo de detención. Iríbar y Kortabarría, los dos capitanes, eran los portadores. «El llevarlo en sigilo fue la clave para que todo saliera bien«, confesaría López Ufarte. Según comentan Iríbar y López Ufarte, en una charla en El País, la consigna estaba clara: si alguien hubiese dicho ‘no’, no se hubiera hecho. Ambos vestuarios, llenos de canteranos vascos, dijeron ‘sí’.
La bandera fue colocada en el centro del campo. En el día de la disputa, fue la unión la que hizo mella. La hermandad en señal de defensa por el País Vasco y el desafío ante España. Se considera como la primera muestra pública de la ikurriña desde la dictadura. Iríbar lo recuerda así: «fue un paso importante que ayudó mucho a la legalización final de la ikurriña» Poco después, el 19 de enero de 1977, sería legalizada, y en 1979 se convertiría en la bandera de la Comunidad Autónoma Vasca.
El resultado del partido fue 5-0 en favor de la Real. “Lo cierto es que para mí ha sido el derbi que ha dejado mejor recuerdo en mi memoria futbolística. Y eso que perdimos 5-0”, declaró Iríbar a El País. Para ABC la verdad seguía siendo única y estaba en su poder. “Atocha: emoción y goles”, tituló el diario. En la crónica, ni una referencia a una bandera franjirroja que para el régimen -ya monárquico- seguía sin existir.
@PipeOlcina17 | 1995. Periodismo. Peor sería tener que trabajar, que decía en un cartel de la redacción del Times.
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