Todavía no lo reconoce la RAE, pero la palabra Ibonismo se conoce como la capacidad para elaborar un plan sin fisuras y ejecutarlo a la perfección. El término tiene su origen en febrero de 2022, cuando un entrenador vitoriano de mucha personalidad, llegaba a la ciudad de Málaga para revolucionarla de por vida.
Han pasado solo 3 años desde que Unicaja decidiera contar con Ibon Navarro como entrenador de su equipo, pero el técnico vasco ya es una de las grandes leyendas del club. No importa el rival ni el escenario: el Unicaja de Ibon siempre cree, siempre lucha, siempre está. Ha logrado ser la gran alternativa a Madrid y Barça en tiempos en lo que parecía complicado y ya ha levantado su segunda copa del rey en tres años, título que no sorprende a nadie porque, admitámoslo, el Unicaja ya no es un tapado…
Creo que se puede decir sin miedo a equivocarse que es el mejor equipo de la ACB y no hablo de jugadores, sino de equipo. En una época donde los proyectos deportivos tienen la vida útil de un teléfono móvil, lo de Ibon Navarro en Málaga debería estudiarse en las universidades. Porque ha demostrado que, con una idea clara, un vestuario unido y una pizca de osadía, se puede desafiar cualquier lógica.
De hecho, cuando me preguntan por la estrella de Unicaja nunca sé qué responder, porque a pesar de que son muchas las virtudes que podemos extraer de este colectivo, para mí la más complicada es conseguir que todos los jugadores sean importantes. Cada día es uno diferente el que se lleva los focos y el mejor ejemplo es esta Copa del Rey.
El MVP se lo llevó el base norteamericano Kendrick Perry, tras una actuación memorable en la final. Sin embargo, Perry tuvo un partido flojo en semifinales y el héroe fue el otro base, Alberto Díaz. Algo similar me sucedió con los pívots Yankuba Sima o David Kravish. El mérito del técnico alavés es conseguir que todos crean en su plan.
Ibon siempre dice que no tiene un estilo marcado y que la clave de su éxito no es su pizarra o la táctica, sino la gestión de un vestuario con mucha calidad. Tener jugadores versátiles, comprometidos y con la humildad necesaria para asumir su rol ayuda mucho a crear un equipo campeón. Sin estrellas, pero con obreros de lujo: esto es lo que mejor define al Unicaja de Ibon.
¿Qué es lo siguiente?
Probablemente sea el momento de disfrutar y no de pensar en el futuro, pero creo que en el fondo es inevitable. Unicaja tiene los mimbres para ser campeón de la ACB. Es el techo que tienen que mirar para seguir siendo ambiciosos. Están con un equipo de leyenda y una afición más entregada que nunca, por lo que es una oportunidad inmejorable para seguir haciendo historia.
En tan solo 3 años, Ibon ha conseguido que en cada rincón de la Costa del Sol solo se hable solo de una frase de 4 palabras: “Ibon tiene un plan». La mejor noticia es que ese plan fue renovado hasta 2027 y los aficionados cajistas saben que mientras haya plan, habrá motivos para soñar.